DESPUÉS de los resultados del pasado 19-J en Cádiz capital, la pregunta del millón es esa: ¿es posible un cambio en Cádiz? No hace falta consultar la bola del pitoniso Pito para dar la respuesta. Señoras y señores: es posible. Pero no es seguro. Y no se debe vender la piel del oso Kichi antes de cazarlo (políticamente hablando, por supuesto, en lo personal hay que desearle siempre lo mejor), por lo que se debe calmar el optimismo que se empieza a palpar en determinados ámbitos de la ciudad. Los resultados de unas elecciones andaluzas no se pueden extrapolar tal cual a las municipales. Influyen mucho los candidatos. A favor o en contra. El extrapolador que extrapole sin cocinar y sin poner la lavadora como Teresa Rodríguez en la jornada de reflexión, mal extrapolador será.

No obstante, puedo decir y lo digo: el PP está en condiciones de recuperar la Alcaldía de Cádiz. Pero tengan un poco de sosiego, que no les será sencillo. Para eso necesitarán un candidato que ilusione, que sea un Juanma a la gaditana, que sea capaz de conseguir votos transversales de la izquierda desencantada del PSOE e incluso de algunos populistas, y que no resulte perjudicado por Vox, que en Cádiz capital es una voz flojita, como un susurro, a pesar de que tiene a Manuel Gavira, uno de sus parlamentarios andaluces más conocidos, que sonó como candidato en vez de Macarena Olona. También sería necesario que el PP recolecte los votos de Ciudadanos, ya que por un concejal pueden ganar o perder la Alcaldía.

Según la extrapolación a pelo de los resultados, que ya publicó Melchor Mateo en el Diario, el PP conseguiría 12 concejales, el PSOE llegaría a 6, Adelante mi Kichi se quedaría con 5, Por Andalucía (que no se llamará así) obtendría 2 y Vox otros 2. Pero esos resultados son improbables en las municipales, donde los nombres dan o quitan muchos votos. Por un lado y por otro. El gobierno municipal actual, con el apoyo del PSOE que siempre le hace el quite, llegaría a 13 concejales, uno más que el PP sin Vox. Pero uno menos que el PP con Vox.

Los potenciales votantes están equilibrados en dos bloques. Por lo que hace falta alguien que rompa con los esquemas manidos de derecha e izquierda. Los independientes castizos que han sonado no parecen consistentes en el escenario actual. Por lo que mucho dependerá de dos interrogantes: ¿quién será el candidato del PP? Y ¿se arriesgará Kichi a perder en las urnas?

Hay posibilidades de cambio. Se abre un panorama interesante, con Cádiz otra vez en el filo de un alambre.

José Joaquín León