POR fin han encontrado comprador para el hotel del estadio. Entonces se llamaba Carranza, cuando terminaron las obras realizadas por fases, durante el mandato de Teófila Martínez. El estadio fue uno de los proyectos culminados en los años previos al Bicentenario de la Constitución de 1812. El estadio no ha sido una ruina para el Ayuntamiento, ni para los gaditanos, sino todo lo contrario. Era, es y seguirá siendo una inversión de futuro. Sólo hay que encontrar a las personas oportunas para gestionarlo. En ese sentido, Paco Cano, el concejal de Presidencia y Patrimonio, ha conseguido lo que hacía falta: un comprador. Y no uno, sino dos, que se pusieron a la greña por el concurso y la concesión. Se ha demostrado que el problema no era el hotel del estadio, sino la mala gestión del equipo de Kichi.

Si la operación llega a buen término, a Paco Cano hay que reconocerle su acierto. Ha administrado bien una herencia. Kichi no sólo recibió una deuda municipal. El hotel del estadio era como ese piso que se hereda de los padres difuntos; y los hijos están varios años en busca de comprador, y no aparece, y las inmobiliarias lo dejan estar, hasta que llega alguien y zas: por fin se vendió. Así que ahora Paco Cano puede tener el dinerito para el Ayuntamiento, sin impuesto de sucesiones, que estamos en Andalucía, o sea en el lado bueno de la historia. Y puede hacer lo que se hace en tales casos, al atender las necesidades de la familia: unas obritas en el Pabellón Portillo, terminar el Museo del Carnaval, reconstruir el Teatro del Parque… Todo eso se podría pagar con la herencia.

Pero igual que se debe felicitar a Paco Cano, hay que poner los puntos sobre las íes en las cuentas del estadio. Las obras se hicieron y terminaron por el Ayuntamiento de la alcaldesa Teófila cuando estaban en la presidencia del Cádiz Antonio Muñoz, y después Enrique Huguet, en su mandato de la temporada 2010-2011. Se criticó el alto coste. Pero ese coste ha sido rentable para el Ayuntamiento y para el Cádiz CF. El Ayuntamiento, que incluyó a la Zona Franca en la operación, construyó locales y parkings, que siguen aportando ingresos. No sólo con las ventas, sino con los impuestos. Además, hicieron unas obras que acabaron con las inundaciones en el barrio de La Laguna. Y el Cádiz dispone de un estadio que le permite jugar en Primera División, lo que hubiera sido inviable con el viejo Carranza. Obras que costaron en torno a 50 millones de euros, la cuarta parte de lo que pagó el PSG por Neymar. Dinero que no se ha perdido. O sea, que todo depende de cómo se gestione.

José Joaquín León