EL Puerto parece que no estaba muerto, o será que va a resucitar. Al referirme al Puerto, aclaro que no es El Puerto de Santa María, sino el Puerto de Cádiz, que en la ciudad se suele conocer como el muelle. Durante muchos años se ha hablado de que el puerto y la ciudad (o sea, la Autoridad Portuaria y la Alcaldía) vivían de espaldas el uno del otro. Eran como un matrimonio que están juntos, pero cada cual vive a su manera. De vez en cuando, organizan una fiesta con regata para solaz de su familia gaditana; o montan un concierto en el muelle, como si tuvieran un hijo músico. Pero cada uno es independiente, como eso que ahora se llama pareja abierta; o sea, una pareja que echa canitas al aire para no aburrirse. En la pareja municipal y portuaria, que está formada ahora por el Kichi y la Teo, va cada cual a lo suyo, y hay poco en común.

No es la primera vez que pasa. En general, ha existido poca química y ninguna física entre quién ostentaba la Alcaldía y quién mandaba al frente del Puerto. Nos acordamos de los tiempos en que Teófila Martínez estaba al otro lado como alcaldesa, y como presidente portuario estaba Rafael Barra. Una del PP y otro del PSOE, que se llevaban como el perro y el gato. Así que ahora con Kichi y con ella misma al otro lado de la cama portuaria, ocurre lo mismo, pero al revés. Y si antes se criticaba, ahora se elogia, porque es lo mejor.

Mejor separados que juntos, la verdad. Separados, y cada cual a lo suyo, Teófila Martínez ha conseguido 15 millones de euros para la segunda fase de la terminal de contenedores. Teófila es aparejadora por sus estudios, y siempre está construyendo algo. Ahora (aunque pase desapercibido y aunque dijeran que era innecesaria) está construyendo una nueva terminal de contenedores, con la que ha ganado terrenos al mar, y con una nueva entrada ferroviaria. Será una obra muy importante. Y ha conseguido que en Bruselas le concedan 15 millones de euros; o sea, el triple de lo que Kichi está alardeando que invertirá en trasladar la facultad de Ciencias de la Educación a Valcárcel. Aunque no los pondrá él, sino el siguiente alcalde. Esa inversión es un futurible.

Teófila Martínez siempre ha construido por fases. Hizo el estadio Nuevo Carranza por fases: un fondo, otro fondo, la preferencia, la tribuna… Así lo terminó. Ahora está haciendo un gran muelle de contenedores por fases. Cuando esté terminado, se verá la importancia que va a tener para la ciudad de Cádiz. Está dando vida al Puerto del futuro. “Hacer o no hacer, esa es la cuestión”, que diría Shakespeare, si hubiera sido gaditano.

José Joaquín León