SE suele decir que quienes peor valoran a Cádiz son los gaditanos. Aunque se podría matizar que no todos. Las autoridades locales van al tuntún, sin las ideas claras. Por lo común, fijándose en cuestiones secundarias y sin abordar las prioridades. Podríamos poner muchos ejemplos. Sin embargo, hay foráneos enamorados de Cádiz, que vienen, compran segundas residencias, y que la valoran con cariño. Cádiz es ahora un lugar de retiro para jubilados y de veraneo para jóvenes. En las fotos de redes sociales, es frecuente que aparezcan paisajes de Cádiz. Y se podría afirmar que el Campo del Sur se lleva el primer puesto, como el mejor paisaje de la ciudad. Junto a las puestas de sol de la Caleta.

Un gaditano de cuna alemana, que se enamoró de la ciudad, Hans Josef Artz, ha fotografiado una colección extraordinaria de paisajes gaditanos. Sus mejores fotos son las de ese frente marítimo que forman el Campo del Sur, la Caleta con sus castillos de San Sebastián y Santa Catalina y la Alameda. Es decir, la zona de los baluartes y murallas que dan al mar. En cualquier ciudad sería Patrimonio de la Humanidad. No lo es en Cádiz, y deja en muy mal lugar a sus autoridades, no sólo a las actuales. Y con todo el cariño por el Carnaval, ese patrimonio es más importante.

Personas de diversas latitudes del planeta muestran en sus fotos de Instagram, o en Whatsapp, un telón de fondo formado por el Campo del Sur, con el mar, los bloques y la Catedral al fondo. Ese paisaje espectacular es quizá el más valorado, junto con el de la Caleta con ambos castillos. Pues bien, en esa zona, nos encontramos obras chapuceras casi permanentes, el Campo de las Balas sin saber qué hacer, Valcárcel con acuerdos de ya te veré pero ahí sigue, el Balneario sin las ideas claras para su futuro, el Castillo de San Sebastián medio en ruinas, el mirador de Entrecatedrales abandonado, el Teatro Romano mal aprovechado, la Casa de Iberoamérica infrautilizada… Y las murallas, de pena. Hay una sensación de dejadez, muy a la cubana, en la que el tiempo va tejiendo las redes de la decadencia.

Por no hablar de que ambas Catedrales (la nueva que ha cumplido tres siglos, y la vieja, que es herencia de Alfonso X el Sabio, de hace más de siete siglos y medio) se merecerían una rehabilitación integral para aliviar sus males. Todo eso, y mucho más, se encuentra en el Campo del Sur. Es un lugar único, admirable, insólito, que forma parte de la identidad histórica de Cádiz. Es una joya, que descubren y valoran las personas con sensibilidad, y que maltratan las autoridades gaditanas.

José Joaquín León