HAY que elogiar el mérito allí donde se encuentre. Esto lo decía mucho Luis María Anson, cuando era director de ABC, para justificar algunos elogios al PSOE de Felipe González, después de darle tropecientos varapalos. Pues lo mismo digo yo (que entonces estaba en ABC) de nuestro González, el alcalde de Cádiz. Hay que elogiarle algún mérito, pues no es fácil estar en ese puesto para ciertos temas gaditanos. Ya se vio con la medalla, que donde las dan las toman, y siempre hay alguien para protestar, incluso Albertito Garzón, que no piensa venir a la Magna Mariana. Un turista menos. Pues con el Balneario de la Palma pasa justo lo mismo.

Si está okupado por las noches, como si fuera el albergue de Valcárcel al aire libre, protestan unos, porque es una estampa tercermundista, y la Caleta no está para eso. Y si los desalojan, incluso amablemente, protestan otros, porque se quedaron sin alojamiento y desayuno gratis, y son pobres paupérrimos. No como los que viven en el albergue municipal, que al parecer son pobres más bien ricos, ya que algunos tienen trabajo, que se considera un lujo en Cádiz.

¡Señor, señor! Ni que fueran los pobres del Albergue del Almirante. Aquí ya vamos parcelando las categorías okupacionales, y hay albergues de mil estrellas, como el de las Tortugas, donde sólo falta la recepción con el conserje. Y otros que son albergues con encanto, como este del Balneario de la Palma, donde la temporada alta termina en junio, y sanseacabó, y de aquí os vais, ¿verdad? Y, además, tenemos el Albergue Gran Lujo del Almirante Colón que se coló, donde sólo viven los pobres privilegiados. Puede que sean incluso turistas disfrazados para que les salga el finde gratis; o eso se intuye, según lo que dicen los desalojados.

Y a todo eso, el Balneario caletero es un espacio de controversia. Como todo lo bonito del Norte de Cádiz. De vez en cuando dicen que trasladarán el Centro de Arqueología Subacuática al Castillo de San Sebastián. Y que el Balneario será un lugar glamuroso. Por allí pasó James Bond, que no era un actor sin techo. Y Halle Berry, con su bikini naranja, que nunca más volvió. Tener ese gran balneario para las okupaciones de emergencia es una barbaridad. Pero Cádiz va camino de ser una ciudad de bárbaros, que confunden el atún de almadraba con el betún de Kid, muerto en el olvido.

A ver si por fin le dan un uso inteligente al Balneario de Nuestra Señora de la Palma y del Real. Y a ver si construyen otro albergue que sirva para problemas justificados, no para turistas okupacionales.

José Joaquín León