LA procesión del Corpus de Cádiz resultó perjudicada por el calor y el viento de levante. Además de los elementos adversos de este domingo, tiene el condicionante negativo de la esquizofrenia municipal. El alcalde y los concejales y concejalas del equipo de Gobierno unas veces cumplen sus responsabilidades y otras no. Unas veces acuden corporativamente a la cena de un premio del Carnaval (lo cual está muy bien), y después pasan descaradamente de asistir a la procesión del Corpus en nombre de la Ciudad. Después de que la concejala de Fiestas, María Romay, cumpliendo aquella vez con su deber, participara en la presentación del Corpus, junto al deán de la Catedral y el presidente del Consejo de Hermandades.

¿Por qué a unos actos van y a otros no? Porque hacen lo que les da la gana. Nadie les pide responsabilidades. La participación municipal en la procesión del Corpus de Cádiz fue bochornosa, indigna de esta ciudad. Por supuesto, se exceptúa a los que acudieron, que fueron siete concejales: seis del PP (el portavoz Ignacio Romaní, Teófila Martínez, José Blas Fernández, Vicente Sánchez, Paloma Bordons y Fátima Rodríguez) y uno de los dos de Ciudadanos (el portavoz Juan Manuel Pérez Dorao). Ninguno de Podemos, ni de IU, ni del PSOE. Supongo que esos tres partidos piensan que sus votantes son alérgicos al Corpus.

Es incomprensible que no acuda nadie del PSOE, cuando han asistido desde los tiempos en que era alcalde Carlos Díaz. Excepto alguna vez, cuando aplaudían a rabiar a la alcaldesa Teófila. Pero casi siempre iba alguno; y el año pasado también, consumado el cambio. El pendón de la Ciudad, que debe portar el edil más joven, lo llevaba ayer Vicente Sánchez (al menos donde yo lo vi). Cualquier año lo cargará Pepe Blas, que está como un chiquillo. Vicente ya ha cumplido 46 añitos, y es un poco más mayor que Fátima Rodríguez, aunque le alabo la gentileza. Pues, en realidad, quien se había escaqueado para cargar el pendón de Cai es María Romay, la auténtica edil más joven, y además la titular de Fiestas, a cuya delegación corresponde el Corpus; a diferencia de la Semana Santa, que es de Cultura, cuya concejala, Eva Tubío, nunca va a nada.

Dos años después del cambio, seguimos sin ver al alcalde José María González vistiendo un chaqué. He comprobado, en el escaparate de Eutimio, que los vende a buen precio, y así se ayuda al comercio local. Es una prenda de ceremonia, que sirve para las bodas, y para representar a tu pueblo y a tu gente en ciertas solemnidades.

José Joaquín León