LA playa de Los Caños de Meca ya no es lo que era. Me refiero a la playa que siempre fue rocosa, que se llama oficialmente La Laja (nombre que nadie le dice) y que es conocida como la playa de El Pirata (nombre con fines comerciales), y que tiene una historia mítica en el veraneo de las costas. Playa perteneciente al término municipal de Barbate, que cuenta con muchas, quizás demasiadas, y parece que se preocupan más por lo que pasa en otras. Los Caños de Meca siempre ha sido un núcleo o poblado con problemas. Todos los años tiene problemas. Y se llega a la conclusión de que ni a Costas ni al Ayuntamiento barbateño les preocupa demasiado esa playa. Se perderá, antes o después, como el barco del arroz.

Vamos con unos antecedentes históricos. En Los Caños de Meca se asentó el hipismo en la década de los 70. Fue una de las primeras playas nudistas de España y la pionera en Cádiz. Allí fueron detenidos algunos y algunas por la Guardia Civil, e identificados otros y otras. Al parecer, era para que el Gobierno Civil los multara por exhibicionismo, o algo así.

En los años de la Transición, cuando se descubría el cuerpo con la democracia, cuando había revistas con Victoria Vera, Susana Estrada, Marisol, Bárbara Rey y otros desnudos femeninos (entonces todas eran progresistas) hasta en los escaparates de los quioscos, la playa de los Caños de Meca se incluyó en ese ambiente liberal y libertino. Con lo cual se convirtió en una playa frecuentada por unos y esquivada por otros. La costumbre naturista de aquellos años se mantuvo. En las guías secretas del nudismo en España, que circulaban por internet, la playa de Los Caños de Meca era una de las fijas. Aunque después no le sacaron beneficio para el turismo naturista.

De aquellos polvos en los tiempos de Juan Carlos I han venido estos pedruscos en los tiempos de Felipe VI. Con los lodos de las últimas lluvias de primavera se perdió la arena, que tampoco era abundante. Y se vio que para el Ayuntamiento de Barbate esta playa (como las del costero de Trafalgar, en general) es de Segunda División. No es tan glamuroso como Zahara de los Atunes. Los de Costas, por disimular, han trasladado arenas de unas dunas de Trafalgar, y ya consideran que han regenerado la playa de los pedruscos, hasta el próximo temporal que se la cepille.

No obstante, recapaciten. Algunos estudios acongojantes estiman que en 2050 el agua del mar va a subir unos metros en la costa de Cádiz y que se perderán algunas playas. De momento, se limitan a cambiar la arena de sitio.

José Joaquín León