LA gente inteligente, cuando ha visto la infografía del nuevo Pabellón Portillo, publicada en el Diario, ha pensado: otra inocentada en el mes de julio. Y van… Pero, en estas mismas fechas, ha salido publicada otra mejor, de tamaño nacional, que decía: “Pedro Sánchez presentará los presupuestos de 2026 y los negociará con Puigdemont”. Vamos a lo nuestro, que la del Pabellón Portillo es importante. Y aunque parezca inocentada, y aunque digan que estará terminado en 2028, y aunque el alcalde, Bruno García, afirme que ya tiene los 19,2 millones de euros que costará construirlo, esta vez parece que van en serio. Felicito al alcalde porque ha cambiado la tendencia: se empiezan a ver obras. Y no es como en los ocho años de la izquierda gaditana desunida con Kichi, que sólo se dedicó a cambiar los nombres de lo que ya está construido. Pero, bueno, así se divierten.
Recuerden que Teófila Martínez, siendo alcaldesa, ya habló de la reconstrucción del Portillo. Y que cuando gobernaba Kichi, su lugarteniente Martín Vila dijo que el pabellón sería inaugurado con un proyecto que tenían. Bruno, por consiguiente, mantiene un ritual de los alcaldes gaditanos: decir que va a construir el nuevo Pabellón Portillo. Decirlo es fácil, lo difícil es hacerlo.
Esta vez ha conseguido que la Diputación, con la colaboración de la presidenta, Almudena Martínez, ponga cinco millones de euros sobre la mesa. Es admirable, porque hasta ahora la Diputación, que tiene su sede en Cádiz capital, realizaba obras en todos los municipios de la provincia menos en Cádiz capital. Pero Cádiz capital también existe, y por fin se han dado cuenta.
El nuevo Pabellón Portillo tendrá una capacidad de 2.100 espectadores. Y eso nos lleva a lo principal: este pabellón era el referente del deporte gaditano que no es sólo fútbol. Acogió partidos y competiciones nacionales. Y no se debe renunciar a eso. Recordar la memoria histórica del pabellón Portillo no cabe en este artículo. Lo resumiré en el Balón de Cádiz de balonmano, que llenaba el antiguo pabellón muchos domingos. En Cádiz, el balonmano, el baloncesto, el fútbol sala, el voleibol y otros deportes sobreviven, en circunstancias miserables, por falta de instalaciones adecuadas. El Portillo debe terminar con esa grave carencia. Porque no debe ser un aparcamiento con un pabellón, sino al revés.
Y supongo que los del Movimiento Sumar (eso de Movimiento les queda fenomenal), cuando se inaugure, pedirán que le cambien el nombre. Es lo suyo. Ya que no fueron capaces de construirlo.
José Joaquín León