LA intención de crear un partido provincial en Cádiz para las elecciones autonómicas ha sido acogida con escepticismo. Es normal, porque ese partido está impulsado por el alcalde de La Línea, Juan Franco, y su camarlengo político, Javier Vidal, vicepresidente de la Diputación, tras el acuerdo de gobierno con el PP. A partir de una fórmula exitosa en La Línea (donde disfrutan de una mayoría absolutista casi total, ganada en las urnas) quieren extender el fenómeno al resto de la provincia. Para lo que cuentan con otros alcaldes de poblaciones como Los Barrios, Chipiona y Benaocaz, que ahora son independientes. Del proyecto se dijo que se denominaría Cádiz 100x100, pero como sonaba a demasiado gaditano, se han bautizado como 100x100 Unidos.
Decir 100x100 Unidos es como no decir nada. Se supone que quienes se presentan en un partido están unidos. Estas formaciones provinciales son del tipo Teruel Existe, Soria Ya, Por Ávila, o Jaén Merece Más. Están articuladas para reivindicar más inversiones en un territorio. En el caso de Cádiz, empiezan con el inconveniente de que es la provincia menos unida de España, ya que cada municipio va a su aire, hasta cuesta trabajo articular el área metropolitana en la Bahía de Cádiz. Por no recordar planteamientos ya decaídos, como el afán de Jerez por ser la capital, o la novena provincia del Campo de Gibraltar. A la desunión contribuye que Cádiz es una capital menguante en el número de habitantes, y que eso suscita la codicia de otros municipios para acaparar más poder.
En resumen, se podría decir que los partidos locales, en esta provincia, sólo tienen sentido en sus municipios. Es lo que ha demostrado Juan Franco en La Línea. Y se puede extender a otras poblaciones en unas elecciones municipales. Sin embargo, es improbable que funcione para unas elecciones andaluzas, donde lo local pesa menos que otras motivaciones a la hora de votar.
Los partidos localistas suelen ser vistos con recelos. No todos, pero sí en varios casos, han terminado rotos por casos de transfuguismo y corrupción. Las malas tentaciones no sólo afectan a los grandes partidos. Los pequeños también deben asumir ese riesgo. En el caso de 100x100, ya han tenido que desmentir la publicación de supuestos vínculos con un empresario bajo sospecha.
¿En el caso de que se presenten a las elecciones autonómicas andaluzas, a quién perjudicaría la presencia de 100x100 Unidos? Se supone que al PP y al PSOE, quizás algo a Vox, pero lo más probable es que sea un voto residual e inútil.
José Joaquín León
