MÁS vale tarde que nunca, dice un refrán popular. Los plazos de la Junta de Andalucía son flexibles, y se apunta a 2028, pero es una bonita noticia que el solar de la calle Tolosa Latour, donde se iba a ubicar la Ciudad de la Justicia, finalmente tenga un uso apreciable. Como se sabe, se le ha buscado otra utilidad al solar, que sufre dos décadas y pico de abandono, después de que la Justicia (esa justicia acatada y atacada, en la que algunos políticos sólo creen cuando les interesa) fue enviada a los depósitos de Tabacos de Puntales. El nuevo uso consistirá en construir 101 viviendas y un edificio administrativo, donde la Junta trasladará a siete organismos que están dispersos por la ciudad, lo que permitirá emplear allí a 438 personas, además de construir un aparcamiento subterráneo de dos plantas.

Es un proyecto ambicioso. El edificio de la Junta se proyectará con 9.373,20 metros cuadrados de superficie y las dos plantas de aparcamiento tendrán 4.254 metros cuadrados. Todo eso supondrá también el derribo y reubicación de la sede de Trabajo. Ya han dado a conocer los servicios que serán trasladados a Tolosa Latour: la unidad de Policía Autonómica, la Agencia de Emergencias con sus servicios, la delegación de Justicia, Administración Local y Función Pública, el Servicio Andaluz de Empleo, el servicio de la Valoración de la Dependencia y los técnicos de la Agencia Digital de Andalucía. Estos traslados le permitirán a la Junta un ahorro en los alquileres que actualmente mantiene por diversos locales de la ciudad.

Y no hace falta decir que el traslado al nuevo edificio de Tolosa Latour será una bendición para los bares y cafeterías del entorno, especialmente a la hora del desayuno. Además de la alegría que aportará al barrio de San Severiano. Será como otra explosión, pero no como la de 1947, que tanto castigó a esa zona, sino de júbilo, porque ese solar estaba muerto y lo van a resucitar. Si todo se cumple, según los previsto, en un plazo de tres años ya estaría en marcha. Los trabajos de construcción se prolongarán durante 30 meses. Casi tres años de albañiles trabajando.

Qué alegría más grande sería que cundiera este buen ejemplo del solar de Tolosa Latour. Qué alegría sería que se espabilen y construyan de una vez el hospital de referencia en el solar de Puntales. Estos dos solares son la vergüenza de Cádiz, el testimonio de dos mentiras que se difundieron desde antes de que nacieran los chicos y chicas de la generación Z. Como dice otro refrán, esperemos que no haya mal que 100 años dure.

José Joaquín León