ESTA noche Juan Carlos Jurado Barroso se convertirá en el nuevo presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Cádiz. Sustituirá a Martín José García Sánchez, con el que ha sido vicepresidente desde el principio hasta el final. Se ha comprobado que protestar por la prórroga de tres meses concedida a la junta saliente era una pamplina, pues no se ha presentado ningún candidato alternativo. Además de que no había motivos para presentarse. Los que siguen aseguran seriedad, buenas maneras y sensatez, virtudes que en otros tiempos no siempre abundaron.

Martín José García debe estar satisfecho de su gestión como presidente. Valorando que es un cargo de alto riesgo, en el que siempre habrá descontentos, hagas lo que hagas. Así como todo hincha es un entrenador en potencia, y tiene su equipo ideal, sus tácticas y sus ocurrencias, también todo capillita es un presidente del Consejo en potencia, y tiene su carrera oficial ideal, sus actos extraordinarios y sus ocurrencias.

Martín José llegó al Consejo en un momento difícil, con el ambiente enrarecido. Su principal aportación fue pacificar aquello, que no era sencillo. Crear otra forma de ver las cosas. Supo buscar colaboradores adecuados, y apoyarse en Juan Carlos Jurado como vicepresidente y en Emilio Bienvenido como tesorero (que creó una nueva gestión económica y mucho más), además de reconvertir al secretario Antonio Gallarín, con una dedicación aún más eficiente. El Consejo siempre estará formado por Gallarín y algunos más. De cara a la gente, hubo actos vistosos, como los del Bicentenario (con la Procesión Magna Pasionista del Sábado Santo de 2012 y las tres exposiciones), así como la Magna Mariana del 150 aniversario de la Patrona, que no se puede comparar con la otra porque son diferentes.

Juan Carlos Jurado es un buen gestor, como lo demuestra que en su comunidad de vecinos (que es la mía) sólo se presenta él a presidente. Ha formado un Consejo con criterio, en el que siguen Gallarín y miembros de reconocida trayectoria, como Juan José Pereira y Francisco Muriel, y ha incorporado a  cofrades de nivel, como Ildefonso Herrera y Ramón Medel (que fueron hermanos mayores de Sanidad y El Caminito, respectivamente) y a jóvenes y menos jóvenes.

Entre todos sus proyectos, le sugeriría que no se obsesione con el Museo de la Semana Santa. El anterior Ayuntamiento tenía una fiebre museográfica, pero el actual está al margen de eso y de casi todo. Además de que los museos del Carnaval y la Semana Santa tienen mal fario.

José Joaquín León