CONOZCO bien las dificultades de la asistencia social. Entiendo que debemos ser solidarios y sensibles con cientos de personas que lo están pasando mal, a pesar de la presunta superación de la crisis económica. Reconozco que hay muchos casos sangrantes, a los que sería inhumano no atender. También se debe añadir que acuden algunos profesionales de la picaresca, que engañan y quitan ayudas a otras personas que las necesitan más; pero que ni siquiera eso justificaría suprimir nada, porque la asistencia debe ser prioritaria. Sin embargo, lo que está pasando en Cádiz es lamentable. Es la consecuencia de un populismo político que practican todos. Olvidan que en la caridad y en la solidaridad, lo importante es el amor al prójimo, ayudar sin esperar nada a cambio. El problema llega con los intereses políticos.

La bandera del populismo social la levantó Podemos, desde antes de llegar al Ayuntamiento. De hecho, su ideario político se fundamenta en la demagogia y la manipulación de las necesidades. Todo comenzó con el discurso de la casta, los desahucios, el odio a los banqueros, y demás. Igual que en España su demonio es Rajoy, en Cádiz su demonio era Teófila Martínez, a la que retiraron con el apoyo circunstancial del PSOE. Dijeron que convertirían el Ayuntamiento en la gran casa de atención de todos los necesitados de Cádiz. Eso era lo único que les preocupaba. A diferencia del PP que había “arruinado” a los gaditanos.

Sin embargo, ese discurso partía de un error de concepto. En materia de asistencia social, el PP ya había atendido a mucha gente. El concejal Pepe Macías, que tenía experiencia en la materia, asistió a muchas personas en dificultades con la discreción de quien está acostumbrado a hacerlo. Mejorar lo anterior no era tan sencillo. Responder a las expectativas era casi imposible. Aunque ahora en el PP de Cádiz dicen lo siguiente: “Podemos prioriza el pago a los bancos por encima de las ayudas sociales”, que es lo mismo que decían los otros, poniendo PP donde ellos dicen Podemos. Aunque Mercedes Colombo esté dolida por los palos injustos, se les fue la mano. No se trata de ser más podemita que Podemos.

Por el contrario, se trata de trabajar para que Cádiz sea una ciudad con más empleo y con menos necesidades sociales. Otro Cádiz sería posible. Cada pobre verdadero es un fracaso del sistema. Pero con antisistemas no se levanta un sistema. Al revés. Sus medidas sólo sirven para multiplicar los pobres, para que formen las colas de la vergüenza. Han caído en su propia trampa.

José Joaquín León