VUELVE a la actualidad la Plataforma Logística del Sur de Europa, que tanto ha dado que hablar. Por supuesto, para la confrontación y la bronca política, que es lo habitual en Cádiz. En vez de buscar arreglo para los problemas de la provincia, se dedican a echarse las culpas de los fracasos que lamentan, uno tras otro. “La Plataforma Logística del Sur de Europa no figura en los instrumentos de planificación nacional”, afirmaba el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar. Por ello, no habrá consignación en los presupuestos de 2018.

Verdaderamente corren tiempos difíciles para la Plataforma Logística del Sur de Europa. Su impulsora fue la anterior alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, que integró en el proyecto a la entonces alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, y al alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce. Eran los tiempos en que el PP gobernaba en las tres principales Alcaldías de la provincia y también en la cuarta, que es San Fernando, con José Loaiza, que por añadidura era el presidente de la Diputación. En aquellos tiempos, la ministra de Fomento era Ana Pastor, la misma que terminó el Nuevo Puente, una buena amiga de la entonces alcaldesa.

Esto se recuerda para entender que el proyecto no era anónimo, sino que tenía su impulsora. A Teófila siempre le gustaba impulsar algo: el soterramiento, el puente, el Bicentenario… Y cuando se terminó lo anterior, le dio por la Plataforma Logística, pero entonces se quedó sin la Alcaldía, y ya no se impulsa nada, ni se construye nada, ni se inaugura nada, ni nada de nada, como no sea que nade en la Caleta. La Diputación había pedido 100 millones de euros (como un detalle) en los Presupuestos de 2018, pero los millones no caen del cielo, excepto que toque el Euromillones en Vistahermosa.

La Plataforma Logística del Sur de Europa es un buen proyecto. Pero si estamos hablando del sur de Europa y del norte de África no debe ser un proyecto provincial, sino regional. En esa plataforma se deben fusionar las de Cádiz y Sevilla, que tienen tres puertos y dos zonas francas en menos de 200 kilómetros, que a nivel continental es poca distancia. El proyecto lo debería capitanear la Junta de Andalucía.

Sin embargo, aquí cada político quiere su medallita, y su parcelita, y sus votitos, y su bronquita si no le sale nada. Es lo único que les importa. Esa Plataforma era un proyecto de mucho calado, importante para las empresas, oportuna para el empleo... Pero aglutinar los esfuerzos obliga a una altura de miras que brilla por su ausencia.

José Joaquín León