SEGUIMOS en plena temporada de fantasías gaditanas. Hemos empezado con las visitas virtuales al Museo del Carnaval, aunque todavía es otro museo del Ná. Ahora llega el momento Cartel. Delante de la antigua estación, ya han plantado el cartel del Mercado Gastronómico. En el mejor de los casos, no estaría inaugurado hasta la Navidad de 2018; es decir, que falta un año, si no hay retrasos. Pero, bueno, así se va creando ambiente, y a los gastrónomos les va entrando el apetito del huevo frito. Allí Renfe también puede organizar visitas, que conste. Incluso invitar al alcalde González como guía, para que diga “Aquí estará un gastrobar de una estrella Michelín”, o lo que se les ocurra. Y que cante el coro ‘La trattoria’, por ejemplo.

Con el cartel del nuevo Mercado Gastronómico, aparte de chinchar al que ya existe en la Plaza, se le empieza a ver la punta al lugar, eso es verdad. Allí todo se anuncia con calma. Recuerden la estación de autobuses, donde no solamente había un cartel, sino que estaba toda la estación supuestamente terminada, cuando aún ejercía Fernando López Gil como delegado de la Junta, y les dio tiempo a cambiar de delegado y poner a Juan Luis Belizón, y que López Gil ascendiera a viceconsejero y todo aquello.

Esa zona del Mercado Gastronómico es la misma de la llamada Plaza de Sevilla (a la que todavía no se les ha ocurrido cambiarle el nombre aplicando la Memoria Histórica del Traslado de la Casa de la Contratación), y está a la vera de la Aduana, que permanece intacta, aún siendo un edificio de los tiempos malos. Tranquilos, ya nadie pide que la derriben. A lo que me vengo a referir es a que allí no se hace nada.

Pensando en el Mercado Gastronómico que se anuncia en ese bonito cartel, les recuerdo que Renfe ya tiene estaciones adaptadas a centros de ocio en otras ciudades (Madrid, Valladolid, Sevilla). Unas funcionan mejor que otras. La de Cádiz no tendrá un aparcamiento como sería deseable. Fue un gran error desestimar el parking de la Plaza de Sevilla, que podría tener un público garantizado, con las terminales de transportes marítimos, ferroviarios y de autobuses, además del Mercado Gastronómico.

Igual que en otros tiempos pretéritos criticaban las pantallas LED y los anuncios en Onda Cádiz TV, ahora nos reímos con las visitas guiadas y los carteles fantásticos. Cádiz muestra una tendencia curiosa a confundir el futuro con el presente. Sin entender que el futuro se construye día a día. No podemos anticipar la realidad, ni confundirla con los deseos o los proyectos.

José Joaquín León