EL Ayuntamiento de Cádiz, a partir de 2019, ya no será lo que era. Ni, probablemente, se parecerá demasiado. Al relevo anunciado de la ex alcaldesa Teófila Martínez, el PP añade la despedida de José Blas Fernández, según ha confirmado él mismo en la información que publicó ayer José Antonio Hidalgo en el Diario. Todo el mundo político local ya daba por descartado a Pepe Blas en la lista del PP de 2019; y no por viejo, como él mismo dice, sino por esa sensación de que su veteranía es un grado (social, si se quiere), pero parece fuera de onda en estos tiempos de la nueva política. Sus tiempos se resumen en 36 años de concejal, con nueve elecciones por medio, ya que llegó cuando estaba el PSOE en la Alcaldía con Carlos Díaz. Sin embargo, su fama inolvidable la ha cultivado en los 20 años de concejal de Hacienda.

Algunos rivales políticos, con muy malas ideas, han intentado que pase a la historia por el déficit de 270 millones que encontraron los de Podemos Unidos cuando José María González llegó a la Alcaldía en 2015. Hay que tener en cuenta que eran otros tiempos, en los que hacían inversiones y obras públicas municipales, que hoy son inimaginables. El Ayuntamiento gaditano no se endeudó tanto, si lo comparamos con Jerez, por ejemplo. Cádiz es una ciudad con poco suelo urbanístico, que no especuló como otras del entorno en los años dorados del boom del ladrillo, lo que perjudicó las cuentas municipales y obligó a refinanciar las deudas sin frenar las inversiones.

En las haciendas municipales, autonómicas y estatales se manejan criterios técnicos que algunos no entienden, porque imaginan que el dinero público llueve del cielo, y si falta algo se conseguiría breando a impuestos a los banqueros para que todo sea gratis. Por eso, cualquier responsable de las haciendas está más quemado que el dios Momo un Martes de Carnaval. Dentro de eso, Pepe Blas resistió aceptablemente. Es un concejal peculiar, que se ha metido en los charcos cuando era necesario, sin hacerse el despistado para esquivarlos. Para bien o para mal, siempre ha ido de frente.

En otra vida municipal, sin Teófila Martínez durante 20 años en la Alcaldía, quizás en una coyuntura como la actual, pero con 20 años menos, Pepe Blas Fernández hubiera sido un candidato evidente para alcalde. Conoce bien todas las singularidades de Cádiz (incluso las profundas), sus fiestas, su gente y sus problemas. Precisamente por lo cual no insiste en seguir y toma la decisión más sensata, que es retirarse de una política cada vez más insensata.

José Joaquín León