EL premio Baluarte del Carnaval se ha convertido en el Óscar de esta fiesta Ya hay 20 galardonados. El primero fue Enrique Villegas. El último (hasta ahora) Antonio Martínez Ares, que ayer lo recibió en el Palacio de Congresos. Por medio, están 18 carnavaleros de prestigio, en su mayoría autores. No sé si los más importantes, pero puede que sí, a pesar de que hay ausencias notables, porque sólo se concede una vez al año y no ha dado tiempo de reconocer a todos los que se lo merecerían. Al ser un premio de trayectoria, todavía no ha alcanzado a la generación del siglo XXI. Tampoco es un premio de viejas glorias y gori goris, porque la mayoría siguen vivitos, coleando, con una buena parte en activo, y que sea por muchos años.

Al conmemorar las 20 ediciones del Baluarte del Carnaval, la Fundación Cruzcampo le ha querido dar otra orientación. El Palacio de Congresos ha acogido un espectáculo de homenaje a los premiados, que en verdad ha sido como un homenaje al Carnaval de Cádiz, desde el recuerdo a todos los que le han dado esa dimensión para proyectarlo más allá de nuestras fronteras. Un tiempo de 20 años que tiene su alfa y su omega: en Enrique Villegas, que fue el autor de ‘Los Beatles de Cádiz’, y en Antonio Martínez Ares, que lo abrió a otro público, triunfó y regresó tras su retirada temporal.

El éxito y la supervivencia del Baluarte del Carnaval no se entenderían sin la aportación de quienes lo hicieron posible. Empezando por la Fundación Cruzcampo, una entidad con sede en Sevilla, pero que tiene Andalucía (y por ello Cádiz, muy singularmente) como territorio principal. Es curioso que al principio lo que más llamó la atención fue su dotación económica; y, con el tiempo, se ha valorado por su prestigio. La calidad se ha impuesto a la cantidad.

El alma máter del Baluarte es Julio Cuesta, que ha sido director, presidente y presidente de honor de la Fundación Cruzcampo en esas dos décadas. Un sevillano ilustre (precisamente hoy recibe el título de Hijo Predilecto de esa ciudad) y gaditano de adopción (título que también se merece). El nombre lo inventó él, junto con Antonio Burgos, que participó en los primeros jurados. Por cierto, unos jurados muy estables, con Alberto Ramos, Miguel Villanueva, Marcos Zilbermann, Pedro Payán y el aquí firmante, que siempre hemos intentado ser independientes y justos, por encima de las amistades y gustos personales.

El Baluarte ya ha reconocido a una generación del Carnaval, que es una fiesta de Cádiz, pero también de la Humanidad.

José Joaquín León