LA absurda moción de censura de Vox está originando consecuencias lamentables. Le han echado un salvavidas a Pedro Sánchez cuando estaba en apuros. Y lo peor: al presentar como candidato a don Ramón Tamames, han puesto el foco en matar al abuelo. Se está perdiendo el respeto a los mayores. La gente dice: ¿cómo va a ser presidente del Gobierno, si no puede subir a la tribuna de oradores del Congreso? Van a indignar a los jóvenes que cobran el salario mínimo como camareros. A los chavales que todavía le piden algo de dinerito al abuelo, gracias a su pensión (que los muchachos temen no cobrar el día de mañana) les van a crear una abuelofobia. Y el debate lo ponen la semana después del día del padre.

En la Transición, cuando don Ramón impartía clases en Somosaguas, los estudiantes leían mucho a Freud y se hablaba del complejo de Edipo. Matar al padre. El mito de Edipo, cuyo destino le llevó a matar al padre y casarse con su madre, sin saberlo, trascendió el arte dramático y pasó a la psicología clínica. Y a definir la rebeldía de los adolescentes, que se ufanaban de hacer lo contrario que su papá. Muchos niños rojos salieron de padres franquistas. Pero lo de ahora es peor. De un abuelo del PCE han salido los nietos de Vox.

Y lo peor no es sólo eso, sino el efecto contagio. Los veteranos se han venido arriba. Empiezan a reclamar el lugar que merecen. Recuerden la polémica que se montó recientemente entre Alejandro Rojas-Marcos y Rafael Escuredo, a cuenta del referéndum del 28 de febrero de 1980. Parece que fue ayer. Alejandro, de 82 años, retó a Rafael, de 79 años, a un debate, a modo de duelo. En otros siglos, que ya no recuerdan ni los más viejos del lugar, los duelos se hacían a espada, y con padrinos. Era una costumbre arcaica, que se ha perdido.

Pero no somos los únicos. En EEU se formó un gran revuelo porque una congresista pidió que hagan pruebas médicas de aptitud a los políticos mayores de 75 años. Lo decía porque el presidente Joe Biden, de 80 años, y el ex presidente Donald Trump, de sólo 76 años, amenazan con presentarse a las próximas elecciones presidenciales de la primera potencia del mundo.

En nuestro país, algunos protestan porque les quieren retrasar la jubilación a los 67 años. ¿Están locos en Vox? Los mayores se merecen más respeto. Porque si los nietos se van al paro, los padres se jubilan y los abuelos se dedican a la política, esto puede ser un desastre, una oportunidad para la tragedia y la revolución. Van a conseguir que Edipo Sánchez se cargue al abuelo.

José Joaquín León