LAS primeras encuestas realizadas en Cataluña después de la aprobación de la Ley de Amnistía demuestran algo que ya se sabía. No es una ley para la concordia, sino para aumentar la división. En esas encuestas se aprecia también que el PSOE está tirando piedras contra su tejado, ya que más de la mitad de los votantes catalanes del PSC están en contra de la amnistía. Entre ellos, muchos de los que votaron en 2017 a Ciudadanos y en 2021 al PSC. Un granero de votantes que les disputará ahora el PP, si no meten la pata como el 23-J, tras las dudas razonables con Alejandro Fernández. Pero lo que nos dicen las encuestas es que la realidad catalana está distorsionada en el resto de España por las mentiras de unos y otros.
Una de las encuestas más fiables que se han publicado es la de Ipsos para La Vanguardia. No es casualidad que más del 30% de los encuestados piensen que el primer problema de Cataluña son los políticos. No solucionan los problemas, sólo se dedican a enredar, mientras es la peor comunidad de España en los niveles de educación, funciona pésimamente la sanidad y no han adoptado medidas útiles para la sequía.
En cuanto a la amnistía, es respaldada por el 54% de los encuestados y se oponen el 42%. El apoyo ha bajado, ya que anteriores encuestas estimaban un respaldo superior al 60%. Hay que tener en cuenta que es aprobada por más del 80% de los votantes independentistas y de los comunes, mientras tiene el rechazo unánime de los votantes del PP, Ciudadanos y Vox. Pero lo más curioso es que entre los votantes socialistas del PSC, el 43% está a favor de la amnistía y el 52% la rechaza.
Por lo demás, un 54% de los catalanes encuestados cree que la amnistía empeorará las relaciones de Cataluña con el resto de España y un 40% considera que no servirá para nada. Sólo el 51% (la mitad de los consultados) opina que ayudará a mejorar la convivencia entre los catalanes. Igualmente, es significativo que el 72% de los encuestados cree que pedir la independencia de Cataluña no debe ser una prioridad.
Datos como los apuntados desmontan falsos mitos. Los catalanes independentistas no son mayoritarios, pero son los que forman más ruido y los que detentan una representación irreal, gracias al sanchismo. La amnistía no es necesaria y no la apoyan ni siquiera los votantes socialistas catalanes. Es sólo el precio que paga Pedro Sánchez a Puigdemont para seguir en el poder sin haber ganado las elecciones.
José Joaquín León