SEGUN casi todas las encuestas (incluida la del CIS), el PP puede quedar séptimo en Cataluña, por detrás de la CUP y de los Comunes de Pablo Iglesias. Se le atribuyen menos de 10 escaños, en torno a 7/8. Si el partido del Gobierno no remonta esos resultados, hará el ridículo y se convertirá en el pagador del artículo 155. Para el futuro político de Rajoy sería muy negativo, ya que Cataluña es la segunda comunidad con más escaños de España, tras Andalucía. A este desastre de los populares, además del auge de Ciudadanos con Inés Arrimadas, contribuye muy activamente una lista encabezada por Xavier García Albiol y Andrea Levy.

García Albiol funcionó para el voto charnego de Badalona cuando fue alcalde. Sin embargo, es el típico candidato que tira para atrás al votante de centro. Lo mismo que le pasaba a Alejo Vidal-Quadras. En cuanto a Andrea Levy, es como un sucedáneo de Inés Arrimadas. En cualquier casting o proceso de selección, Arrimadas siempre le ganaría a Levy. Por ello, se prefiere la original a la copia, que es una redundancia. En Cataluña los papeles femeninos están distribuidos: Inés Arrimadas es la pija, Marta Rovira la progre y Anna Gabriel la desastrosa. Y también está Ada Colau, que ni ella misma sabe lo que es. Arrimadas capta el voto del emigrante andaluz, que llegó a tener representación en el Parlament con el PA, antes de que sus hijos votaran a ERC.

El PP no ha entendido a los catalanes del seny, y por eso se han desplomado en las encuestas, y por eso no pararon el jaleo a tiempo. Hay muchos catalanes que son como Miquel Iceta. A saber, que puede ser blanco y negro al mismo tiempo. Lo uno y lo otro, y a la vez. Se suele decir que un gallego (como Rajoy), en una escalera, no se sabe si sube o baja. Por el contrario, un catalán (como Iceta) es capaz de subir y bajar a la vez. Mientras que un vasco (como Urkullu) o sube o baja, y se le nota. Esa es la diferencia entre las nacionalidades históricas, más allá de los cuponazos. Un catalán podría defender la independencia y el artículo 155 al mismo tiempo, y no estar loco.

Para un catalán del seny, lo más importante es la pela, y después ya veremos. Pero si trasladan las empresas, mejor a Sevilla o a Málaga que a Madrid. Un catalán odia a Madrid. También a los árbitros que no le dan un gol a Messi cuando ha entrado medio metro. A la Justicia le pasa como a esos árbitros, que se vuelven ciegos. Y dejan en la cárcel a Junqueras y a los Jordis, por dejar a alguien sin euroorden.

El PP no ha entendido que Cataluña es muy rara. Pero se puede enterar. No sabemos si antes o después del 21 de diciembre.

José Joaquín León