VAMOS camino del medio siglo de poder socialista en Andalucía. Es lo que se deduce de las últimas encuestas. Cuando la UCD de Adolfo Suárez decidió no apoyar la autonomía plena del artículo 151 se empezó a gestar el mayor éxito de la historia del PSOE. Se suele decir que Felipe González y Alfonso Guerra dudaron, antes de apoyar que Andalucía buscara un estatus semejante al de las nacionalidades históricas. Fue el entonces presidente de la Junta, Rafael Escuredo, quien de verdad luchó, junto a los andalucistas, los comunistas y los disidentes del centro que encabezaba Manuel Clavero, para que triunfara el en ese referéndum. Aquel 28-F le dio alas al PSOE.

No por casualidad, Escuredo se retiró pronto de la política activa, mientras otros se beneficiaron. Entre todos los presidentes de la Junta fue Manuel Chaves quien ejerció el cargo durante más tiempo (casi 19 años), tras suceder en 1990 a José Rodríguez de la Borbolla. José Antonio Griñán fue elegido en 2009. Susana Díaz fue la sucesora de Griñán, a trancas y barrancas, en 2013. Sin embargo, después se ha consolidado como una lideresa de altura inesperada. Falló en su primer intento de suceder a Pedro Sánchez. Pero probablemente tendrá una segunda oportunidad de liderar el socialismo en España, dentro de dos o tres años, si gana las elecciones andaluzas con claridad y Sánchez queda tercero en las generales, como indican las encuestas.

Es probable que los resultados de las próximas elecciones andaluzas (quizás anticipadas a final de 2018) sean diferentes a lo que auguran las encuestas actuales. Es probable que Susana Díaz gane con comodidad, pero está por ver que Ciudadanos adelante al PP en la pugna por ser el primer partido de la oposición. Juan Marín ni siquiera cuenta con el respaldo total de su partido. Juanma Moreno ha sido cuestionado por algunos desde el primer día. Pero, aún así, la estructura del PP en Andalucía está más extendida que la de Ciudadanos.

Es curioso anotar que si Susana Díaz no consigue la mayoría absoluta, podría mirar hacia la derecha o hacia la izquierda para pactar. Y es curioso apuntar, según algunas encuestas, que Izquierda Unida, con el liderazgo de Antonio Maíllo, está a punto de sorpassar a Podemos, con el liderazgo de Teresa Rodríguez, en el caso de que Podemos y Unidos se presenten separados.

Pero nadie duda que seguirá la misma historia durante cuatro años más. Aquel 28-F Andalucía sólo ganó autoestima. El verdadero ganador sigue siendo el PSOE.

José Joaquín León