HAY cierta morbosidad por la influencia que tendrá el triunfo de Pablo Casado en el PP de Sevilla, que apostó claramente por Soraya Sáenz de Santamaría. Es uno de los casos más difíciles, por las tensiones de los últimos tiempos. Se había dado casi por liquidado el futuro político de Juan Ignacio Zoido, tras cesar como ministro con la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, y más aún tras quedar eliminada María Dolores de Cospedal en las primarias del PP. Sin embargo, con la victoria de Pablo Casado, ha ocurrido lo imprevisto: Zoido formará parte de la nueva Ejecutiva Nacional, y va a ser uno de los hombres fuertes del nuevo PP. Estuvo presente en los saraos de los últimos días junto a Casado.

Convivir en el nuevo escenario obliga a tener mucha mano izquierda (¿o es derecha, en este caso?) en el PP sevillano. Se supone que el mensaje es de reconciliación e integración. Pero les va a costar. Sobre todo porque los vientos soplaban en el sentido contrario. Virginia Pérez, patrocinada por Arenas, se hizo con el control del partido. Beltrán Pérez fue nombrado candidato a la Alcaldía para 2019, bendecido con la presencia de Mariano Rajoy, y además ya lidera con soltura el grupo municipal. En las últimas votaciones para las primarias, se notó que los Pérez dominan el PP sevillano en la mayoría de los distritos.

Pablo Casado ha llegado para recuperar, renovar e integrar su partido. No ha llegado para que se peleen entre ellos. No cambiará a los candidatos municipales ya nombrados. Pero los aspirantes a concejales están por definir, y es evidente que las lealtades se premian. Aunque también lo es que el político habilidoso se sabe resituar.

Virginia Pérez y Beltrán Pérez, por su edad y características, entran de lleno en el perfil que busca el PP de Casado. Lo mismo se puede decir de muchos militantes que los apoyan. Está por ver si Javier Arenas da un paso atrás, o se resigna a ser florero a estas alturas. Y sobre todo está por ver la convivencia con Juan Ignacio Zoido y su peón de confianza, Alberto Díaz, a los que se consideraba damnificados.

El PP debe hacer un esfuerzo para la reconciliación interna en Sevilla. El PP debe entender que ahora tiene una oportunidad más clara de luchar por la Alcaldía. Porque las ideas de Pablo Casado son compartidas por muchos sevillanos del centro y la derecha. Y porque su perfil es más atractivo que el de Rajoy.  Es un mal momento para las venganzas internas.

José Joaquín León