EN Sevilla siempre ha gustado mucho un jueves, y no sólo en la calle Feria. Los más celebrados siguen siendo el Jueves Santo y el día del Corpus. También relucía más que el sol el jueves de la Ascensión, hasta que dejó de ser festivo. Pero en la ciudad hay otras liturgias, que son las derivadas del Betis y el Sevilla (los más forofos dicen que es “una religión”), y bien que se nota. A los jueves sagrados antes enunciados se suman los de la Europa League, que hoy comienza. Así que lo deben tener claro: las tardes de muchos jueves han pasado a la reserva activa en los próximos meses, y no se podrá organizar ningún acto en la ciudad, excepto que el pinchazo de asistencia sea morrocotudo. ¿Por qué? Porque hay partidos del Betis y el Sevilla en doble sesión.

Yo lo he vivido personalmente. Un acto previsto para la tarde del jueves 4 de octubre fue cambiado a la mañana para que no coincida con el partido del Betis, que juega en Villamarín a las siete de la tarde. Otro acto, previsto para el jueves 25 de octubre, también fue cambiado de día porque algunos de los asistentes iban a viajar a Milán para ver al Betis. Y lo mismo pasa con los del Sevilla. Si bien se debe reconocer que los sevillistas están más acostumbrados a jugar en jueves, y también en martes y en miércoles. Desde el salto de calidad que decía José María del Nido. Pero las criaturitas que jugaron la Champions con Manuel Ruiz de Lopera lo van a disfrutar con muchas ganas, y así se han juntado los unos y los otros. Con el aliciente de que disputan la misma competición.

Por muy lejos que lleguen, esperemos que no disputen un partido el Jueves Santo, que tampoco sería la primera vez. El jueves ha pasado a ser un día tabú. El jueves hay que tener cuidado. El jueves era un día ideal para ir a los conciertos de la Sinfónica en el Maestranza. También era un día ideal para las actividades cofrades. El jueves era cuando programaban tropecientos actos a la misma hora.

Estamos en lo que se denomina la fase de grupos, con su liguilla, pero la competición es larga. Con este condicionante se nota que el fútbol es lo que realmente mueve la actividad de la ciudad. O, por mejor decir, la rivalidad entre el Betis y el Sevilla, que quedó perfectamente reflejada en la jugada con doble visión de la expulsión de Roque Mesa. Y también en esos calendarios que están cambiando actos de hora y día para evitar coincidencias indeseables. Porque lo primero es lo primero.

José Joaquín León