ESTO es lo que pensarían los ministros que ayer participaron en el Consejo viajero. Los llevaron de excursión a Sevilla, precisamente en una mañana gris, con monotonía de la lluvia tras los cristales, que hubiera dicho Antonio Machado, el poeta de Guerra. La primera noticia del Consejo de Ministros fue una foto (otra más para el álbum), en la que Pedro Sánchez  aparecía rodeado de los ministros en la Plaza de España, eso sí a cubierto de la lluvia, que en todo pensó Aníbal González al diseñarla. En esa foto, el Gobierno parece un grupo de congresistas de bajo coste que acuden a conocer el lugar, el segundo monumento más espectacular del mundo, según Tripadvisor.

Los ministros ausentes fueron precisamente los que le podrían hacer más publicidad turística a Sevilla en el exterior: el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. A veces invitan a influencers para poner de moda monumentos en Instagram. Después de la foto de Pedro y sus ministros, la plaza de España puede batir todos récords. Por si había bajado la afluencia de chinos y japoneses.

La excursión de Pedro Sánchez, que había empezado en la Delegación del Gobierno, con su amigo Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, tuvo una segunda visita. Próxima parada: San Telmo. Bueno, eso se diría si hubiera ido en Metro. En el antiguo Seminario fue recibido por Susana Díaz, con la que se ha encontrado dos veces en seis días. Por menos que eso, algunos se consideran amigos. Pedro Sánchez iba vestido  con su corbata presidencial, que tiene un color entre rojo burdeos y morado berenjena. Por el contrario (y atención al dato), Susana Díaz lo recibió vistiendo un elegante mono-pantalón de color naranja dulce. Él con un complemento de tonos podemitas y ella con una indumentaria de lo más ciudadana. Dicen que estas cosas pasan por casualidad, pero no se lo cree nadie, como las encuestas del CIS.

La excursión terminó con la portavoz, Isabel Celáa, hablando de poesía, Cataluña, el Rey y las lluvias que nos han convertido en zona catastrófica. Fue un Consejo de Ministros húmedo en el que tampoco se oyó lo que el sevillano y la sevillana querían oír: aquí estamos, nosotros no olvidamos, para dar la financiación autonómica que pedía María Jesús a Rajoy, y para anunciar las tres líneas del Metro que faltan, y para terminar la SE-40, y todo eso que estáis pidiendo desde los tiempos de Aznar.

Dicen que vulneraría la ley electoral.

Pues haberse quedado en Moncloa.

Cualquier día Juanma Moreno irá a la plaza de España a hacerse otra foto.

José Joaquín León