NO se le puede negar al alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, que es un artista de la política. Por eso, está al frente (popular) del municipio nazareno desde hace 35 años. Récord importante, porque ha sobrevivido a pesar del crecimiento urbanístico que ha fomentado en Dos Hermanas. Pero, además, ha sabido navegar en las enturbiadas aguas de los mares del PSOE, siempre intuyendo los vientos favorables. Anticipándose a las maniobras. Apostó por Pedro Sánchez cuando lo habían tirado al cubo de la basura política. Y fue de los primeros que apoyó un pacto con Podemos para reconquistar la Moncloa. Por eso, su voz merece ser escuchada, incluso cuando se muestra comprensivo con los de Vox. Algunos de los cuales a veces lo votaron a él en Dos Hermanas.

Las ideas de Toscano están claras, sobre todo la principal: el PSOE es un partido concebido para estar en el poder. Es decir, para gobernar y tener a muchos militantes y simpatizantes colocados. El fin justifica esos medios. La ideología no es tan imprescindible. Así se vuelve a notar en la entrevista que le hizo Juan de la Huerga en Diario de Sevilla, en la que Toscano apuesta por un pacto del PSOE con Ciudadanos en Andalucía, cediendo la presidencia. Esto, que se podría denominar el principio de Toscano, ya lo sugirieron algunos socialistas desesperados nada más que hicieron las cuentas en la noche ajetreada del 2 de diciembre. Fue rechazado,  y parece absurdo insistir. Pero, ojo,  es una opción que seguirá latente, como una tentación.

El principio de Toscano demuestra que en la vida los aliados son a conveniencia. Si el PSOE le regalase la presidencia de la Junta a Ciudadanos para engatusar a Juan Marín, matarían a dos pájaros de un tiro. Se cargarían a Susana Díaz y a Juanma Moreno. Ninguno sería presidente. Ambos quedarían como los perdedores.

¡Anda ahí! Pedro Sánchez y los suyos se han creído que los demás son tontos. Están ensayando en el PSOE por lo que pueda ocurrir. Ya se han percatado de que Podemos y Unidos les restan más que suman, y han vuelto sus ojos misericordiosos hacia Ciudadanos. Ya recurrió a ellos Susana Díaz para completar apoyos en la anterior legislatura. Algunos los ven como socio preferente para el futuro, rompiendo así la entente del centro y la derecha, y dejando en la estacada al PP y a Vox.

El principio de Toscano para dirigir el cotarro es lo que se conoce como el abrazo del oso. Amores que matan. Pero el votante sabe lo que quiere. El partido que lo engaña en los pactos suele pagarlo a la siguiente oportunidad. Así se hundió el PA.

José Joaquín León