ES sorprendente que un partido con opciones reales de disputar la Alcaldía de Sevilla no tenga candidato ni candidata oficial, a falta de  apenas un trimestre para las elecciones municipales. Ciudadanos fue segundo en Sevilla el pasado 2 de diciembre, ligeramente por delante del PP, su gran rival del centro derecha y aliado de la Junta; y también superó por poco a Adelante Andalucía, aunque quedó a distancia del PSOE. En una extrapolación de las municipales, significaría que una triple alianza de Ciudadanos, PP y Vox contaría con algunas posibilidades de formar equipo de gobierno. Y también lo podrían formar con el PSOE, si Juan Espadas prefiere pactar con ellos, antes que con los irreductibles de Adelante.

Ciudadanos carece aún de candidato oficial a la Alcaldía en Sevilla, igual que les ocurre en casi todas las capitales de provincia andaluzas. Y además se sabe que el actual portavoz municipal, Javier Millán, y probablemente los otros dos concejales, Francisco Moraga y Javier Moyano, tampoco van a seguir en la próxima lista. Esa decisión parece incomprensible, si no se explican los verdaderos motivos de tal medida. Son fáciles de entender: es una venganza política.

La gestión municipal de Javier Millán y sus compañeros ha sido visible y han tenido un relativo protagonismo, hasta donde se puede con 3 concejales, que no son como los 12 del PP ni los 11 del PSOE. Si la gestión municipal en Sevilla hubiera sido nefasta, no hubieran quedado segundos en las elecciones autonómicas, aunque la campaña no la protagonizaron ellos, sino Juan Marín. Defenestrar a los concejales de Ciudadanos tiene otras motivaciones.

Viene por la crisis subterránea en Sevilla, con un partido enfrentado entre los gestores y el grupo municipal. A Javier Millán no se lo ha cargado como candidato ninguna mafia, sino que sus enemigos internos se han aprovechado del caso de los Eres (y de quienes lo manipularon con invenciones) para servir la cabeza del candidato que les estorbaba y cargárselo para las elecciones municipales. El secretario de Organización, Fran Hervías, que es pareja de Virginia Salmerón, ha adoptado una decisión cuyas consecuencias están por ver. También se ahorran las primarias transparentes, porque Ciudadanos no llega a 400 militantes  antiguos en Sevilla.

A la espera de la designación digital, hay posibilidades de que sea una candidata para redondear la jugada. Los beneficiados son el PSOE con Juan Espadas y el PP con Beltrán Pérez, que a día de hoy son los únicos candidatos nombrados y fiables.

José Joaquín León