LA gran incógnita en las elecciones municipales de Sevilla es el resultado de Vox. Está por ver si tiene presencia en el Ayuntamiento, como parece más que probable, y hasta dónde llega. Una irrupción en la Casa Grande con más de tres concejales podría alterar los equilibrios. Sin embargo, parece exagerada la importancia que se le está dando al candidato que presente Vox. A estas alturas de la política, ya no quedan fenómenos, que por sí mismo aporten miles de votos. Pienso que el resultado de Vox no dependerá de si el candidato es cantante, torero, cazador, famoso o desconocido, sino del momento. Vox es un partido acordeón, como Podemos, que se puede inflar o desinflar según las circunstancias.

En las municipales de 2015, el partido más votado fue el PP de Zoido, que consiguió 12 concejales y superó por la mínima al PSOE de Juan Espadas, que se quedó con 11. Pero Ciudadanos sólo tenía 3 concejales, mientras que Participa Sevilla (marca electoral de Podemos) e IU sumaban cinco (3+2, ya que concurrieron separados). El centroderecha se quedó con 15, frente a 16 de la izquierda. La Alcaldía de Espadas se decidió por un concejal.

En estas elecciones se puede dar el caso de que también se decida por un concejal, o dos como máximo. La fragmentación del centro y la derecha perjudica al PP, que difícilmente alcanzará los 12 concejales con Beltrán Pérez. Sin embargo, tiene posibilidades de superar a Ciudadanos y liderar la alternativa, como sucedió con Juanma Moreno en la Junta al superar a Juan Marín. En esa opción está por ver la influencia de Vox. Si el PP aprieta en la campaña, podría frenar el trasvase de votos. En tal caso, los restos de los últimos concejales del reparto podrían ser decisivos para que gane un bloque u otro.

Tenemos así un escenario más imprevisible que en 2015. Vox puede romper el pronóstico en varias hipótesis de resultados. Aunque parezca difícil de entender, Vox le puede dar la Alcaldía al PP o a Ciudadanos,  al sumar un bloque mayoritario, pero también se la puede dar a Juan Espadas si el PP se debilita demasiado. Son los caprichos de la ley d´Hondt, que en las municipales distorsiona más. No es lo mismo repartir entre cuatro que entre cinco. Por eso Podemos e IU se juntan en Adelante Sevilla, que en teoría les beneficia.

En las elecciones municipales los planteamientos de Vox pueden influir menos. En Sevilla, la Semana Santa o incluso los toros están suficientemente defendidos. De ahí que estén buscando otros temas, como las críticas a los okupas. Su candidatura está plagada de incógnitas.

José Joaquín León