PARECE que fue ayer, pero ha pasado un año. Entonces, cuando Pedro Sánchez le iba a presentar una moción de censura a Mariano Rajoy, todo era diferente. En la Moncloa estaba Mariano, que se creía imbatible. En el Palacio de San Telmo estaba Susana, que se creía imbatible. Lo único que no ha cambiado es que en el Ayuntamiento de Sevilla estaba Juan Espadas, que parece imbatible. Ya veremos el domingo 26 si lo sigue pareciendo. Pero, tanto si sigue el PSOE mandando en el Ayuntamiento, como si vuelve el PP con Ciudadanos de la mano, la realidad es que en la Moncloa se encontrarán a Pedro Sánchez, mientras que en San Telmo está Juanma Moreno.

Es decir, que puede volver el discurso de antes, pero al revés. Cuando el PSOE gobernaba la Junta y el PP estaba en el Gobierno central se decía que marginaba a Andalucía, que Madrid nos odia, que nos roban en la financiación autonómica, que no invierten en las obras que se eternizan… El caso más pintoresco fue el de María Jesús Montero, que pasó de San Telmo a la Moncloa, para defender como ministra en Madrid lo contrario de lo que decía cuando era consejera en Sevilla.

Por otra parte, en el Ayuntamiento (la tercera pata del trípode del horror), el PP y el PSOE se han ido turnando, coincidiendo unas veces con los suyos, y otras con los rivales, dándose la circunstancia de que siguen pendientes proyectos como los de las líneas 2, 3 y 4 del Metro, o el de los famosos túneles de la SE-40. Todos lo prometen, pero nadie lo cumple.

Después del 28 de abril, se han dado las circunstancias para seguir jugando a la confrontación entre el Gobierno central y el andaluz. ¿Qué dirá ahora la señora Montero? No se sabe todavía, depende del cargo que le toque. Pues se podría quedar como ministra, o ser devuelta a Sevilla para el relevo de Susana Díaz, o ambas cosas a la vez. Todo llegará en su momento. También está por ver si la Junta se convierte en el ariete del PP y Ciudadanos contra el PSOE, lo que resultaría tragicómico. ¡Con lo que era la Junta!

Lealtad institucional, eso es lo que prometen todos. Ahora vienen las elecciones municipales, que completarán el trípode del poder. Pase lo que pase, se debe exigir que cumplan lo que piden cuando están en la oposición. Esas deben ser las verdaderas promesas cumplidas. La piedra filosofal sevillana para el nuevo Gobierno central, la Junta y el Ayuntamiento será conseguir las tres líneas del Metro. A partir de ahí podrán recuperar la credibilidad, después de tanto tiempo perdido por las confrontaciones y los intereses partidistas.

José Joaquín León