EL alcalde, los concejales y las concejalas también necesitan llegar a fin de mes. También son criaturas de Dios y tienen sus gastos. Pero son los representantes del pueblo, por lo que deben cuidar las formas, especialmente en los barrios pobres. El mismo día en que se hace público que los salarios de los españoles han caído un 2% desde el comienzo de la crisis, van ellos y ellas al pleno y se lo suben una media del 40%. Al parecer, no se subían el sueldo desde el siglo pasado. La mayoría de los concejales de Sevilla no habían sentido el placer de llegar a casa y contar a su familia: “¡Me han subido el sueldo!”. Hay ediles, como la portavoz de Vox, Cristina Peláez que han entrado en el Ayuntamiento con un pan debajo del brazo. Y, además, votó en contra. También Susana Serrano, la de Adelante Sevilla, que dijo que van a donar más dinero a los pobres. Justicia distributiva.

Para esta decisión hubo una gran coalición del PSOE y el PP. Juan Espadas y Beltrán Pérez se pasaron la campaña discutiendo, pero se han puesto de acuerdo. Llega el primer pleno del nuevo Ayuntamiento, el de la organización, y todo queda organizado. Ciudadanos se abstuvo, quizá porque Álvaro Pimentel es nuevo y no se esperaba que le tocara la lotería nada más llegar. Por el contrario, Juan y Beltrán tienen experiencia en la materia.

Siempre se fijan en el sueldo del alcalde, pero tampoco se podrán quejar los concejales de la oposición. La imaginación al poder. La mejor opción para que no protesten por el sueldo del alcalde y el gobierno municipal es subírselo a ellos también. Todos contentos. Juan Espadas cobrará como alcalde 84.600 euros anuales (que son 21.100 más de lo que percibía hasta ahora). Los tenientes de alcaldes y portavoces de los grupos cobrarán 71.644 euros (que son 17.911 más de lo que percibían hasta ahora). Los concejales sin responsabilidad de gobierno cobrarán 52.640 euros (que es casi lo mismo que cobraba antes un concejal de gobierno o portavoz de la oposición, que percibían 53.733 euros anuales). La crisis ha terminado.

Podrán decir que estos sueldos son inferiores a los de Madrid y Barcelona, y que se han ajustado a Valencia. Incluso que los concejales se ponen a la altura de los diputados provinciales. Sin embargo, ¿qué pensará la gente indignada de los barrios pobres? ¿A quién le han subido el sueldo en su empresa o en la administración pública un 40% en los últimos años? Esta subida ofrece leña al fuego del populismo.

Hay ayuntamientos de primera y de segunda. El de Sevilla ha entrado en la Liga de Campeones. Ya tienen buenos sueldos.

José Joaquín León