DECÍAMOS ayer… Es una célebre cita que se suele atribuir a fray Luis de León, en su retorno a la Universidad de Salamanca, aunque no está claro que lo dijera. Menos claro está desde que Pedro Sánchez, en su libro Manuel de resistencia, confundió a fray Luis de León con San Juan de la Cruz, a quien se lo endosó. Lo podría haber plagiado directamente, sin citar a nadie, y no hubiera metido la pata, digo la pluma. Confundir a fray Juan de la Cruz con fray Luis de León es casi más grave que lo de su tesis, aunque a él todos los frailes le parecerán iguales, con tal de que no sean priores de los benedictinos del Valle de los Caídos. Decíamos ayer (no cuando Pedro volvió a Ferraz por todo lo alto, sino en el artículo) que hasta el jueves se celebra en Sevilla el congreso de las Academias de la Lengua Española, pero que a Juan Espadas se le ha escapado la Cumbre del Cambio Climático. Por culpa de Pedro Sánchez, que se la ha regalado a Madrid, a pesar de que allí gobiernan PP y Ciudadanos con el apoyo de Vox. Sí, a la andaluza.

Hubiera sido impresionante que vinieran a Sevilla Rosalía y la niña Greta en menos de un mes. En Madrid están como locos con la Cumbre del Clima, que la ONU concedió a Pedro Sánchez, según explicaron, debido a la gran capacidad de organización madrileña. Un evento que perdieron en Santiago de Chile por culpa de unas algaradas como las de Cataluña, pero a lo bestia. Aspecto a tener en cuenta: a veces no salen gratis. La Cumbre del Clima llegará después de las elecciones, del 2 al 13 de diciembre, y permitirá llenar más de 25.000 habitaciones de hoteles.

Y ahí pueden ver ustedes por qué esta Cumbre del Cambio Climático no interesaba en Sevilla. Del 2 al 13 de diciembre, con los puentes de la Constitución y de la Inmaculada, estarán a tope los hoteles, los apartamentos turísticos, los pisos sin legalizar, las habitaciones de estraperlo, los pisos pateras, etcétera. No cabe nadie más. Y, además, que si se cuelan 25.000 visitantes añadidos, probablemente no habría suficientes dulces de las monjas en el Alcázar para atender esa demanda.

Sevilla está preparada para todo. Pero se entiende que Juan Espadas y Antonio Muñoz no le hayan pedido la cumbre a Pedro Sánchez para Sevilla, en vez de regalársela a la derecha de Madrid. Se entiende porque aquí ya tenemos la cumbre de la Constitución y la Inmaculada, con sus besamanos. Si se hubiera sabido antes, quizás podrían haber construido varias docenas de hoteles más, pero ya no da tiempo. Otra vez será, y así podrá cantar Rosalía en la Cumbre del Clima, si no se inunda Fibes.

José Joaquín León