EN el caso de los ERE nada es verdad ni es mentira, sino que todo es del color del cristal con que se mira. A mi modo de ver, algunas reacciones han sido espantosas. Aterroriza ver a personas a las que se suponía sensatas, diciendo lo mismo que los independentistas en Cataluña. Del tipo: la sentencia es desproporcionada. Pues, ya saben: a cambiar el Código Penal. Mientras no exista otro, ese es el que hay. Otros dicen: “Mi Manolo y mi Pepe no se han llevado un duro a su casa”. Verán ustedes: es que hay delitos, incluso gravísimos, incluso crímenes (que, obviamente, no es el caso), en los que el condenado no se había llevado ni dos reales. Es decir, que han sido condenados por malversación y/o prevaricación, dos delitos tipificados.

Y en estas llegó Susana, que apareció pidiendo perdón por todo, y abochornada, aunque nadie del PSOE había cometido nada. Hoy en día la gente pide perdón porque le ha cogido el gustirrinín.

Por otra parte, Juanma Moreno debe hacerse a la idea de su cargo. ¿Dónde se ha visto que el presidente de la Junta de Andalucía pida la dimisión de la jefa de la oposición? Por lo común, se hace al revés. Lo que pasa es que ellos estaban antes al revés, y Juanma se ha comportado como si él fuera el jefe de la oposición y Susana la presidenta. Ella ya no está en el Gobierno andaluz, ni lo estuvo cuando el trajín de los ERE. Además, esa vara de medir es peligrosa para otras sentencias, y no me refiero a las que salen en Semana Santa.

Pero  lo más pintoresco de este caso es que lo están convirtiendo en un ERE contra Susana Díaz. Es decir, que en el PSOE (y también en el PP, no se sabe por qué) están procurando que reciba la prejubilación anticipada. Susana, la pobre, no se ha llevado un euro a su casa, pero le quieren echar las culpas. Como si fuera la cuñada de uno que la colocó en el ERE de una empresa de Triana, haciéndose pasar por telefonista de la compañía. Susana, la pobre, todavía es joven, y está en edad de merecer. Me refiero a merecer algún cargo, pues los hay peores en ejercicio, incluso dentro de su partido.

Pedro Sánchez, el socio de Pablo Iglesias, está intentando aprovecharse de los ERE. No para incluirse él mismo, cuando monten un ERE para los telefonistas de la Moncloa, sino para cargarse a la Susana de Andalucía. ¡Vendetta! Y así parece que ella tiene la culpa de los ERE, cuando aterrizó en la Junta en 2012. Quieren su cabeza en bandeja, y que María Jesús Montero baile, como si fuera Salomé, a pesar de que ella era consejera en los tiempos del asunto. Por supuesto, tampoco sabía nada.

José Joaquín León