EL puente de la Inmaculada en Sevilla tiene su propio ritual costumbrista. Se basa en la gran tradición concepcionista de la ciudad, que fue pionera del dogma. Entre las actividades previstas, también las hay folklóricas, como la noche de las tunas. Las actuaciones ante el monumento de la Inmaculada, en la plaza del Triunfo, solían comenzar poco después de la medianoche, cuando arrancaba la fiesta del 8 de diciembre. Para entendernos, en una comparación cofradiera, sería como la madrugada de la Inmaculada. Este año van a empezar las actuaciones a las 22:45 horas de la noche del sábado, día 7 de diciembre, cuando cante la tuna de Económicas. Es algo así como si la cruz de guía de la Macarena sale en la noche del Jueves Santo, cuando Pasión está en la Campana. Es decir, un motivo para crear una polémica local.

Las tunas ya entran dentro de lo tradicional, porque se mantienen desde hace muchos años. Según unas investigaciones de Alfredo J. Martínez González, profesor de Historia del Derecho y tuno de Medicina, hay precedentes que se podrían fechar en 1617. Si bien la primera celebración contemporánea sería la de 1927, cuando jóvenes de la Congregación de los Luises, vinculada a los jesuitas, acudieron a cantar la salve a la Virgen ante el monumento. Esa costumbre se mantuvo, y arraigó con las tunas en los años 50 del siglo pasado, cuando empezó la Tuna Universitaria de Sevilla. Después se fueron agregando las nuevas que se crearon, como Medicina, Peritos Industriales, Derecho, etcétera.

Este año intervienen 14 tunas. Como pasa en Sevilla con todo, está regulado con sus horarios. Es como una carrera oficial de las tunas, o como la presentación de las hermandades en el Rocío. Empieza Económicas, como se ha señalado, y cerrará la Femenina, que debe salir a cantar a las 02:20 horas de la madrugada. En este caso, no cierra la decana, que es Medicina, sino que cantará a la mejor hora, en el prime time de las tunas, que es a las 00.05 horas, recién empezada la madrugada.

Es oportuno destacar que la noche de las tunas siempre fue seguida por los jóvenes sevillanos. No sólo se honraba a la Inmaculada, sino que también se intentaba ligar. Con el tiempo empezó a circular alguna botellita de más. Ahora está mejor regulado. A los jóvenes del DNI se les añaden los que siguen siendo jóvenes pero de espíritu, como se aprecia en la edad media de algunos tunos veteranos.

Cuando se habla y escribe del folklore local no se debería olvidar a las tunas de la madrugada concepcionista, que junto a los campanilleros de la Navidad animan los gozos de diciembre. Adaptados a los tiempos y con vallas del Ayuntamiento.

José Joaquín León