LOS Hijos Predilectos y las medallas de Andalucía de 2020 parecen especiales. Aunque sean las segundas que concede la Junta del PP y Ciudadanos, es en realidad la primera oportunidad en que el Ejecutivo presidido por Juanma Moreno aplica sus propias normas para acabar con el sectarismo. En la lista de galardonados había omisiones chirriantes, se supone que por motivos ideológicos, o al menos por no ser considerado como políticamente correcto. En ese sentido, destaca el título de Hijo Predilecto de Andalucía para Antonio Burgos. Un título largamente pedido en los años anteriores (yo mismo lo he reclamado en artículos) y que parecía imposible. Por fin se hace justicia. Burgos no es sólo un extraordinario periodista y escritor, sino uno de los padres del andalucismo contemporáneo. Y le acompañará un torero. No uno cualquiera, sino Curro Romero, cuya biografía escribió precisamente Burgos.

También es merecido que la primera medalla que lleva el nombre de Manuel Clavero Arévalo se la concedan a Rafael Escuredo. Ambos fueron decisivos, hace 40 años, para el 28-F y la autonomía. Clavero desde UCD, partido del que se salió porque defendió los intereses de Andalucía por encima de todo. Rafael Escuredo era el presidente de aquella Junta preautonómica. Con su huelga de hambre, y con su firme decisión, convenció al PSOE para que entrara en la senda autonomista, que no todos compartían. Con el tiempo, Escuredo fue una víctima de la autonomía.

En el listado hay medallas que sorprenden. La Real Maestranza de Caballería, el Salón Internacional del Caballo de Sevilla, la Real Sociedad de Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda, o la Legión Española no hubieran estado en la lista previsible de años pasados. Pero también han incluido a André Zulay, consejero del Rey de Marruecos, o Anabella Estévez, creadora de una fundación para mujeres maltratadas. Sin olvidarse de personajes mediáticos, como Antonio de la Torre y Vanessa Martín, o el futbolista Joaquín.

Puestos a superar omisiones del pasado, es una lástima que se hayan olvidado de Luis Álvarez Duarte, para quien la había solicitado la Hermandad de las Aguas, a título póstumo, y se habían adherido el Consejo de Cofradías de Sevilla, la Agrupación de Cofradías de Málaga y más de 50 hermandades de toda Andalucía. No se sabe por qué, pero la Semana Santa y sus artistas siguen olvidados en las medallas de Andalucía, aunque después a la consejera de Cultura se le llene la boca diciendo que defienden el arte sacro. Todavía quedan algunas barreras del pasado.

José Joaquín León