A día de hoy, los únicos que siguen confinados son los Cristos, las Vírgenes y los santos, a los que no permiten salir de las iglesias. Las imágenes sagradas van a tardar más en salir a las calles que los jóvenes en irse de marcha a las discotecas. Con lo cual también se aprecia que algunos están contentos con el confinamiento de las imágenes sagradas dentro de los templos, donde ya se han celebrado varias procesiones claustrales eucarísticas, con el Santísimo, guardando las debidas distancias. Además de un Corpus interior y atípico, libre de capillitas. Así que el tabú está en las calles, sólo en las calles. Por varios motivos que merecen un análisis más sosegado, sin conformismo de rebaño, y con vistas al futuro.

El consejero de Salud de la Junta, Jesús Aguirre, ha declarado solemnemente que no habrá procesiones ni romerías este verano en Andalucía, digan lo que digan los ayuntamientos. En Sevilla se está hablando (siempre por lo bajini, sin decir nada en público) de la procesión de la Virgen de los Reyes, que debería salir en la mañana del 15 de agosto. Y que no es una procesión del tipo romería ole ole, señor consejero.

Hay elementos adaptables. El cortejo es breve y se puede reducir más, por lo que es fácil guardar las distancias. A los costaleros de Eduardo Bejarano les podrían practicar la prueba del Covid 19, igual que testaron a 42 plantillas de futbolistas de Primera y Segunda. Las bandas de música podrían ir con precaución, pero serían prescindibles. El recorrido es muy corto...

Entonces, ¿cuál es el problema? El público. Con el formato actual no se puede mantener, es obvio. Sin embargo, podría haber otros formatos aplicables, con aforamientos, normas estrictas, mascarillas obligatorias, distancias, y hasta preinscripción, sillas numeradas y vigilancia por zonas. Con la ventaja de que el público asistente no es de hooligans, ni canis de madrugada, sino personas serias, algunas de las cuales vienen andando desde los pueblos del entorno en una franja horaria sin bullas.

La procesión de la Virgen de los Reyes no va a salir, porque no se quiere asumir el riesgo; ni que acusen a la Iglesia de Sevilla de montar un 8-M mariano en el 15 de agosto. Y no les digo nada si hubiera algún contagio, como en las industrias cárnicas o las botellonas, que ahí siguen.

No estamos en viejos tiempos de epidemias, en los que la Virgen de los Reyes salía de rogativas. Pero algunos que hablan con total desparpajo de que vuelvan ya los hinchas a los estadios, incluso en julio, consideran que la Virgen no debe salir en agosto. Aunque no salga, seguirá teniendo novena. Es y será la Reina de Sevilla.

José Joaquín León