CON la nueva anormalidad, el centro de Sevilla ya no es lo que era. Se ha quedado sin la población flotante y sin los pisos para turistas. Aparte de que crece un ambiente demasiado alternativo y okupacional por la zona de la Alameda. En el centro ahora se respira mejor, porque hay menos gente, aunque otros dicen que el ambiente está irrespirable. Y se habla de peatonalizar. Lo mismo de siempre. Juan Espadas apuesta por el Plan Respira y por un eje peatonal, que incluiría desde la Gavidia hasta la Encarnación, y que permitiría una plaza del Duque sin tráfico, con lo que supone, ya que allí en realidad lo que hay son paradas de taxis y autobuses (o sea, transportes públicos). A Juan Espadas se le ocurre lo mismo que a todos los alcaldes anteriores, con algunas variantes, eso sí. Como llevar el tranvía del Metro Centro hasta Santa Justa y después hasta la Encarnación.

Siempre que aparecen noticias de la peatonalización del centro, los comerciantes se suben por las paredes de sus tiendas. Esta vez, como el coronavirus ha causado estragos, hay preocupaciones mayores. Nada comparado a lo que ocurrió con la peatonalización de la calle Tetuán, que la ejecutó Alejandro Rojas-Marcos, en el periodo de 1991 a 1995. La gente pensaba que sería la ruina, y ya ven: sirvió para convertirla en la milla de oro (puede que pronto sea de plata o bronce). También hubo lío cuando suprimieron las paradas de Tussam en la Plaza Nueva o en la Encarnación. O cuando Alfredo Sánchez Monteseirín peatonalizó O´Donnell en 2005.

Después de arruinar varias veces al comercio local, aún sobreviven algunos establecimientos familiares. Algunos aspiran a sobrevivir incluso al coronavirus. Comparada con eso, la nueva peatonalización de Espadas está chupada. Sin embargo, es una pena que no haya una apuesta más firme por la línea 2 del Metro (de Este a Oeste), con su parada en la plaza del Duque. Es es más necesario que el tranvía a la Encarnación, que sería otro parche. Y también contar con una red periférica de aparcamientos en la Ronda. El Gobierno de Pedro y Pablo y los concesionarios de automóviles están ofreciendo ventajas para que la gente compre coches, que en algún momento deben ser aparcados. Sin olvidar que en Sevilla aún existe una empresa llamada Renault, con sus trabajadores.

En la plaza del Duque han inaugurado un gran supermercado de Aldi y allí siguen dos edificios de El Corte Inglés, a los que hay que llegar de algún modo. Decir “vamos a peatonalizar el centro” lo dice cualquier alcalde. Pero es mejor si se hace con alternativas serias y sin improvisar.

José Joaquín León