NO deberíamos equivocar el rumbo del tranvía de Nervión. El mayor problema no es si las obras van a estar terminadas, o no, para mayo de 2023, cuando serán convocadas las elecciones municipales, en las que competirán Antonio Muñoz, por el PSOE, y José Luis Sanz, por el PP. El verdadero problema es el perjuicio que está sufriendo el comercio de Nervión, y también sus vecinos, en estas Navidades. Las obras afectan a la parte más sensible, la más comercial. Han dejado mal comunicados los accesos a El Corte Inglés y al Centro Comercial Nervión Plaza y al mercadillo. Hay que sortear unos atascos absurdos para entrar en los aparcamientos subterráneos.

Aparte de perjudicar la faceta comercial, en la plenitud de la campaña de Navidad, afecta a la movilidad. Sigue cerrada la avenida de San Francisco Javier, donde se concentran oficinas, servicios varios y asimismo hay comercios. Incluso se complica el acceso al estadio Sánchez Pizjuán. Ya lo sé: es posible llegar en transporte público. Y esa es otra cuestión a valorar. Si se puede llegar en transporte público, ¿hacía falta poner patas arribas Nervión con un tranvía de utilidad dudosa?

Ya lo he escrito otras veces, y no hace falta ser ingeniero de caminos colegiado para entenderlo. La ampliación del tranvía de San Bernardo a Nervión y Santa Justa es innecesaria. Confirma cómo se hacen las obras públicas en Sevilla. Mal, con retrasos, y, para colmo, sobreactuando con lo existente, mientras se margina a muchos barrios. Este tranvía fue presentado como uno de los mejores proyectos de Juan Espadas en las infraestructuras. Pero nunca debió ser una obra prioritaria.

¿Hace falta un tranvía para ir desde el centro a Nervión? Creo que no. A Nervión se puede ir desde el centro en el Metro. Hay paradas en la Puerta Jerez y en Eduardo Dato. ¿Hace falta el tranvía para ir desde la estación de San Bernardo a Santa Justa? Creo que no. De San Bernardo a Santa Justa se puede ir en un tren de Cercanías. Es cuestión de prioridades. En Sevilla sería más útil apostar de verdad por las líneas 2, 3 y 4 del Metro, que acumulan retrasos de décadas. No es prioritario invertir en tranvías para un recorrido que ya cubre en parte la única línea del Metro.

Las consecuencias de las obras de este tranvía redundante las padecen los vecinos de Nervión y barrios cercanos. ¿Cuánto tiempo estará cortada la avenida de San Francisco Javier? Para las compras de Navidad no sólo vale con las lucecitas de colores. Hay que llegar a los centros comerciales con relativa comodidad. También es discutible que los tranvías aporten votos.

José Joaquín León