ES muy bonito que tengamos una polémica sobre los patinetes en el Metro. Nos crea la ilusión de que disponemos de un gran Metro, que comunica la ciudad en todos sus barrios. En vez de la triste realidad: hay una línea única, de este a oeste y de oeste a este, por algunos barrios y zonas del entorno metropolitano. Aun así, es cierto que enlaza Mairena del Aljarafe y San Juan con Sevilla y la zona de los Quintos en el entorno de Dos Hermanas, y que pasa por Los Remedios, la Puerta Jerez (al lado del centro), el Prado, Nervión, Ciudad Jardín, Amate, la Plata, la Universidad Pablo de Olavide, etcétera. Tampoco es tan inútil como algunos creen. En ese contexto, con el patinete hemos topado. ¿Se debe subir o no?

Entrar con patinete adquiere sentido si después se usa para completar otros trayectos de movilidad no cubiertos por el transporte público. En caso contrario, el patinete te lo puedes ahorrar. Sobre su permanencia en un vagón de Metro existen teorías opuestas. Se ha permitido, pero parece que la tendencia es prohibirlo. Londres fue la primera capital europea que lo prohibió. En otras se permite viajar con el patinete, pero plegado. Se exige el patinete plegable, que así ocupa menos espacio, y puede ser equiparable a una maleta o una bolsa, sin molestar a otros viajeros.

No obstante, hay otro problema, que es la seguridad. En Barcelona, la Autoridad del Transporte Metropolitano aprobó el pasado mes de diciembre la prohibición de entrar con los patinetes en el Metro. Bueno, en el Metro y en todo el transporte público: también en trenes de Renfe, ferrocarriles de la Generalitat, autobuses urbanos y tranvías. El motivo es la seguridad: evitar accidentes por sobrecalentamiento de las baterías de los patinetes. La decisión se adoptó tras un accidente ocurrido el 18 de noviembre, en un tren de cercanías en Sant Boi, donde un patinete se incendió, resultando heridos tres pasajeros.

Los bomberos han alertado de que algunos patinetes eléctricos utilizan baterías defectuosas, que no están homologadas con la inscripción CE, y que han provocado incendios. Entre otros, uno ocurrido en el verano de 2020, cuando murieron tres paquistaníes que vivían en la Barceloneta, y que fue causado por la sobrecarga de una batería de patinete. En Londres se prohibió después de dos explosiones en el Metro.

Todo eso hay que saberlo, para evitar lamentaciones. Es cierto que un patinete plegado en una bolsa no ocupa más espacio que otros objetos. Como es cierto que un patinete desplegado puede molestar si el vagón se encuentra lleno en hora punta. Y queda a la consideración de los expertos lo que han decidido en Barcelona y en otras ciudades, para prevenir en vez de curar.

José Joaquín León