LA entrega de medallas de Andalucía y demás nombramientos, en el 28-F, cada año se parece más a una función principal laica. Siendo en el Teatro de la Maestranza, la intervención de David Bisbal también tenía un notable aspecto de pregón del día de Andalucía laico. A fin de cuentas, si te nombran pregonero, es como si te proclaman hijo predilecto: se considera un altísimo honor. Y una distinción a título póstumo, con motivo de una efeméride, como concedieron este año a Lola Flores, es una costumbre que también se ha practicado en las hermandades. Aunque es mejor cuando el cofrade está vivo y recibe la medalla de los 75 años, o los 50 años de hermano.

En Andalucía, en general, y en Sevilla, en particular, se habla de medallas y sabemos que tienen un valor sagrado. Es curioso que algunos de los distinguidos besaron su medalla de Andalucía. Después estaban sentados en el escenario (como en el pregón de la Semana Santa, donde las autoridades presiden arriba), y todos lucían sus medallas con los cordones blanquiverdes, como si fuera el distintivo de su hermandad. A diferencia de lo que ocurre en los ayuntamientos (donde suelen entregar medallas corporativas a los concejales y el alcalde), el presidente de la Junta y los consejeros no lucen medallas. A cambio de eso, Juanma Moreno se ha inventado un escudo dorado de solapa, que también evoca la perfecta estética del cofrade. A Juanma sólo le falta presidir el 28-F con una vara dorada de hermano mayor. Se la podría inventar, para que la porten los presidentes de la Junta de Andalucía.

A veces quedan dudas: ¿fue antes el huevo o la gallina? En este caso del 28-F, fueron antes las hermandades; y es la Junta de Andalucía la que las ha copiado. A Juanma Moreno se le nota que le gusta tratar a los andaluces como hermanos de esa gran Hermandad que es Andalucía. Está muy contento de que ya no tiene oposición interna, como suele pasar cuando se gana un cabildo de elecciones con una candidatura única. Y, aunque siempre hay hermanos que se quejan en el Parlamento, son pocos y permanecen bajo control.

En el protocolo es frecuente imitar a las hermandades. Más aún en Andalucía (y no digamos en Sevilla), donde se nota su fuerza histórica. Sus hermanos y hermanas son votantes, detalle a no olvidar. A pesar de todo, a los imagineros, los artesanos y los cofrades no le conceden medallas de Andalucía. Aunque hermandades de Sevilla y Málaga la pidieron para Luis Álvarez Duarte, antes de que muriera en 2019. Quizá piensan que los cofrades ya tienen sus medallas y no necesitan las de la Junta.

José Joaquín León