EN los mapas electorales del 23 J, Sevilla fue la única provincia de Andalucía que apareció en rojo. La candidatura que encabezaba la ministra María Jesús Montero fue la única que consiguió el triunfo para el PSOE en Andalucía. Eso ha sido valorado como un gran resultado y como la consolidación del liderazgo de Juan Espadas en el PSOE de Andalucía. Bueno, no tanto. Depende de las comparaciones. Podemos comparar la carita risueña de Juan con los botes de María Jesús al lado de Pedro. Si lo comparamos con lo ocurrido en las elecciones andaluzas de 2022, sería un resultado mejor. Pero se debe tener en cuenta que aquel fue un fracaso estrepitoso. Antaño, con Felipe y Zapatero, se decía que Andalucía (y aún más Sevilla) era el granero de votos del PSOE. Algo así como lo del 23-J en Cataluña con el PSC. Y ya no lo es.

Los resultados de Sevilla han establecido una clara diferencia entre la capital y la provincia. El PSOE ha ganado gracias a la fuerza que conserva en los pueblos. Como decía el anterior presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, “Sevilla son sus pueblos”, lo que en la capital se olvida. En la capital se piensa que Sevilla es Sevilla y que los pueblos son los pueblos. De modo que el PSOE le ganó al PP en la provincia por una diferencia de 34.411 votos. Mientras que en la capital el PP le ganó al PSOE por 13.685 votos.

Los datos de Sevilla capital son muy interesantes. Han pasado menos de dos meses desde las elecciones municipales. Sanz se consolida. El partido del alcalde ha ganado otra vez al PSOE. Los populares se han confirmado como primera fuerza en siete de los distritos, entre ellos los que dan y quitan las mayorías, como Triana, porque son el espejo donde se reflejan las tendencias del momento. En general, la cucaña trianera solía ser más favorable al PSOE. Trianera es la candidata María Jesús Montero, que perdió en su casa. Pero una cosa son los votos y otra los botes. Puigdemont también botó sin votar. Al PSOE le quedan los barrios pobres, eso sí, aunque también eran pobres con el PSOE.

Al PP, sin embargo, le ha pasado en Sevilla capital y provincia lo mismo que en el resto de España. Ha mejorado los resultados de las elecciones generales de 2019, pero ha fallado en su intento de recuperar más votos al PSOE. En el reparto de escaños los socialistas han conseguido 5 y el PP se queda con 4. En algunas estimaciones de encuestas triunfalistas salía al revés: 5 a 4 para el PP. Y en otras salía empate.

Sevilla es la única provincia andaluza que se tiñó de rojo. Al PP le queda el consuelo de que la capital vive un verano azul.

José Joaquín León