ES un error político que la Junta de Andalucía rechace la quita de la deuda que ha propuesto la ministra de Hacienda. Otra vez el PSOE le ha tendido una trampa al PP, como en la polémica por las pensiones. Una cosa es la realidad y otra el relato, ya lo sabemos. Pero lo que se queda es el relato que se impone. Porque a veces resulta más atractivo de creer. Pasó con las pensiones. El PP reculó, y se tragó al final el palacete del PNV en París, que había colocado sin necesidad en el debate; aunque otras medidas del Gobierno se quedaron fuera y apenas se ha difundido. Y, en la quita de la deuda, les van a marcar otro gol. Es un asunto técnico, y lo que se entiende es lo sencillo.

Pues el relato es el siguiente: el Ministerio de Hacienda le perdonará 17.104 millones de euros de deuda a Cataluña, gracias al acuerdo entre el PSOE y ERC para que Pedro Sánchez pueda gobernar. Para que los demás se coman el sapo con dulzura, María Jesús Montero ha propuesto eliminar a las autonomías un total de 83.000 millones de la deuda con el Fondo de Liquidez Autonómico. En esa refriega la más favorecida sería Andalucía con 18.791 millones. Es decir, más que Cataluña.

Es difícil para la Junta explicar que no quieren que les perdonen 18.791 millones a Andalucía para que no hagan lo mismo con los 17.104 millones de Cataluña. Queda detrás la sospecha de que el PP va en bloque para esto debido a que la comunidad de Madrid resulta menos favorecida y le quitarían sólo 8.644 millones, gracias a que su deuda es menor. Es decir, que se premiará más a los que más deben.

Juanma Moreno ya está siendo criticado en Cataluña, con el argumento de que es capaz de fastidiar a los andaluces con tal de no ayudar a los catalanes. Es una falacia, porque lo más importante es cambiar el modelo de financiación. La quita de esa deuda es sólo una parte del reparto del pastel. En la actualidad, las autonomías peor financiadas (en base a su población) son Andalucía, la Comunidad Valenciana y Murcia. En las tres gobierna ahora el PP. Y, lógicamente, la prioridad es mejorar la financiación. Porque la quita puede ser positiva hoy y negativa mañana, si se privilegia la financiación de Cataluña con un concierto encubierto en el que les cedan la recaudación fiscal.

Pero este es un problema técnico. No lo entiende la gente sencilla que no sabe manejar un cajero automático. Tampoco parece incompatible financiarse mejor y asumir la quita de esa deuda. En vísperas del 28-F, a la Junta de Andalucía le han puesto una trampa de categoría. Y con un gran peligro de equivocarse.

José Joaquín León