SEVILLA es una ciudad polarizada en lo futbolístico. La rivalidad entre Sevilla y Betis (o a la inversa) se traslada incluso al cartel de la Cabalgata de los Reyes Magos, obra de Fernando Vaquero. En ese contexto, se ha consolidado la tercera vía del fútbol sevillano: el estadio de La Cartuja, que tiene vida propia. El estadio se ha encumbrado como un escenario neutral, en el que la selección de España ha certificado como un trámite su calificación para el Mundial de 2026. Con el aforo medio lleno o medio vacío: asistieron 30.812 espectadores.
¿Escenario neutral el estadio de La Cartuja? Ahora es también el estadio del Real Betis Balompié, que disputa allí los partidos de La Liga EA Sports y de la Europa League. ¿Qué hubiera pasado si durante la remodelación del Benito Villamarín no hubieran podido jugar en La Cartuja? Es dudoso que les hubieran ofrecido disputar sus partidos en el estadio Sánchez Pizjuán. Por lo que hubieran emigrado a otro municipio, y no hay ninguno en un radio de acción de 100 kilómetros o menos que pueda acoger a más de 30.000 personas; y no hay ninguno antes de Madrid con capacidad para unos 70.000 espectadores, como pueden entrar en La Cartuja.
Por ello, es el Gran Estadio de Sevilla, que también acoge conciertos de afamados artistas, como el de Alejandro Sanz en 2026. La historia ya la ha explicado muchas veces Alejandro Rojas-Marcos, que se empeñó en construirlo, para que sirviera como estadio de los dos clubes sevillanos. Manuel Ruiz de Lopera intentó quedárselo para el Betis. Temporalmente, se ha cumplido aquella opción. Y después de las protestas, como siempre que se cambia algo, los hinchas se van adaptando. No era como jugar en un campo de patatal.
Y ahora viene el problema. El estadio tiene garantizadas las finales de la Copa del Rey hasta el año 2028. Pero la de 2026 se disputará el sábado de Feria, con el consiguiente peligro de papalina universal por todos los rincones de la ciudad. A la vista de lo que ocurrió en los últimos años, la Feria no puede coexistir con ese ambiente desenfrenado. El cambio de fechas no es una virtud, sino una necesidad. Sí o sí.
Sevilla es una ciudad fiel a la filosofía de Santo Tomás. No el de Aquino, sino el apóstol. Necesita ver para creer. Lo que ha ocurrido con el estadio de La Cartuja ha sido un milagro patente.
José Joaquín León
