CASI todos los viernes escribo un artículo sobre alguna actividad nocturna. La semana pasada sobre la Carrera Nocturna del Guadalquivir y hoy sobre la Noche en Blanco. Curiosamente, son actividades más bien diurnas que se trasladan a las noches, mientras en la Semana Santa se dice que la Madrugada está herida de muerte y el Cecop la quería reprogramar después del amanecer del Viernes Santo. Algunos me dirán que también existen otros momentos noctámbulos en la Semana Santa; ¿o qué son las entradas de la Estrella, San Gonzalo, El Museo, Dulce Nombre y Los Panaderos, por citar algunas?

Se suele decir que Sevilla es una ciudad dual, y no sólo por el Sevilla y el Betis, y todo lo demás. También es muy conocido lo que escribió Fernando Villalón sobre Sevilla y Cádiz. En realidad, todo es dual, desde los tiempos de Adán y Eva. La tragedia de la humanidad sucedió porque en el paraíso eran dos, y se vieron interferidos por una serpiente y se comieron una manzana a medias. Donde hay dos puede pasar de todo; con uno pasa menos.

Felicito a la asociación Sevilla se Mueve, que organiza el evento, en colaboración con diversas instituciones. La Noche en Blanco está pensada al modo sevillano: para que los tomen por locos. Cuenta con 150 actividades. Hay varias rutas. Algunas de tipo tradicional, como la ruta La Sevilla de Murillo. Y otras pintorescas, como Sevilla Macabra, que se inicia en los Jardines de la Caridad, bajo la estatua de Mañara. Para que no falte de nada, habrá visitas a los principales monumentos y museos, incluso a la Catedral y la Colegial del Salvador. Aunque no habrá pasos a la vista.

Ante el éxito de estas actividades, uno se pregunta ingenuamente: ¿por qué se quieren cargar la Madrugada, mientras las Noches en Blanco están de moda? Quizá todo se debe a eso, a que lo hemos convertido en un espectáculo, desprovisto de sus fundamentos, o en una excusa para salir a divertirse. Unos lo ven como una Noche en Blanco y otros como una noche de botellona. Todo está al revés. Por eso, también quieren poner la carrera oficial de la Madrugada al revés. El año pasado la recorrimos al derecho, y todo salió al revés; así que pensarán que en 2018, recorriéndola al revés, quizás salga todo al derecho. Otra vez las dualidades y contradicciones de Sevilla: triunfan las noches en blanco, mientras se cargan las noches en negro de ruán y esparto.

José Joaquín León