TODOS los catalanes no son iguales. También hay muchos que se sienten profundamente españoles. Se visualizó claramente en la manifestación del 9 de octubre en Barcelona. Y también está presente en Sevilla, junto a la calle Sierpes, en el patio del Real Círculo de Labradores, donde se expone La Degollá, en una muestra dedicada al pintor Augusto Ferrer-Dalmau, que ha sido organizada en colaboración con la Fundación San Pablo Andalucía del CEU. Este pintor, nacido en Barcelona en 1964, recordaba ayer que el problema de Cataluña es ante todo cultural y educativo, marcado por la manipulación de unos dirigentes políticos independentistas, que en los últimos años hicieron todo lo posible por combinar un patriotismo catalán exaltado y ficticio con un profundo odio a España.

Sin embargo, la Cataluña histórica verdadera no es esa. En otros tiempos, soldados catalanes dieron su vida por España y contribuyeron a defenderla y engrandecerla. La historia de un país ha sido distorsionada hasta lo absurdo y lo ridículo, como si los españoles sólo se hubieran dedicado a matar indios en América, cuando no se mataban entre ellos.

A conocer el pasado y sus circunstancias épicas contribuye Ferrer-Dalmau. Su pintura se volcó hacia la historia, hasta dedicarse en exclusiva. En diversas ocasiones, ha contado con la ayuda intelectual de Arturo Pérez-Reverte, que le aconsejó para que pintara episodios históricos, con ese rigor y minuciosidad que sólo puede lucir un virtuoso del hiperrealismo llevado hasta el extremo. “El mejor pintor de caballos que hemos tenido en España”, como lo definió María Fidalgo, comisaria de la Exposición.

En La Degollá, que expone en el Labradores, Ferrer-Dalmau reproduce una batalla poco conocida de la guerra de la Independencia, ocurrida en la localidad extremeña de Miajadas en 1809. El patriotismo no es una exclusiva de nadie, ni de la derecha, ni de la izquierda, sino de todos, incluidos los catalanes. El artista contribuye, a su modo, a iluminar el paisaje de la batalla, la realidad de nuestra historia.

En los próximos días, continuará la ceremonia de la confusión en Cataluña. Seguirán con la hoja de ruta que fue esbozada con el único objetivo de conseguir la independencia, sin que nada les frene. Para que sirva como testimonio, es importante que también desde el Arte se recuerde esa realidad: nuestra historia ha sido ensombrecida a base de contar mentiras.

José Joaquín León