EL borrador del presupuesto municipal que presentó ayer Juan Espadas confirma que las cuentas de una Gran Ciudad son como las del Gran Capitán del siglo XXI. Parece que Sevilla tiene un Ayuntamiento con pocos recursos, pero dispondrá de 820 millones de euros, más los 20 millones que no han ejecutado; total: 840 millones. Con ellos se podrían hacer virguerías, al menos en teoría. Ya veremos lo que pasa. Desde luego pasará algo, porque es el año anterior a las elecciones. El alcalde ha anunciado que potenciará los servicios públicos, y que entre las prioridades estarán Tussam con el transporte y Lipasam con la limpieza.

Por establecer algunas comparaciones odiosas, se puede apuntar que 840 millones son menos que la astronómica cláusula de 1.000 millones que el Real Madrid le puso a Cristiano Ronaldo, pero más de los 700 millones de cláusula que el Barcelona le ha fijado a Messi. Se rumorea que el Real Madrid vendería a Cristiano, que ya va de recogida, por 250 millones, si alguien picara; y el Manchester City tanteó el fichaje de Messi por 300 millones. Es decir, que el valor de mercado de los dos juntos estaría en 550 millones, por lo que el presupuesto sevillano es muy superior.

Por el contrario, con los 60 millones presupuestados para las inversiones no daría para fichar ni siquiera a Griezmann. Y los 20 millones que no se han ejecutado darían para poco en el mundo del fútbol; es lo que pagó el Barcelona por Mathieu.

Con los presupuestos municipales suele pasar que sólo nos fijamos en las negociaciones. La oposición va a lo suyo, que es oponerse. El PP ya ha anticipado que no los apoyará. Pero, en estos casos, lo que más importa no es la discusión política, sino el destino del dinero. Sevilla tiene carencias básicas, entre las que destacan el desastre social de barrios como el Polígono Sur y Los Pajaritos, que a pesar del dinero público que se les destina, siguen entre los más ruinosos de España, además de tener altos índices de delitos. No se soluciona sólo con dinero, pero está claro que las políticas emprendidas no funcionan.

Además de eso, las infraestructuras se han quedado anticuadas, no se avanza con el Metro, y se vende el tranvía como un sucedáneo. No existe una buena conexión con el aeropuerto. La limpieza ha sido criticada en casi toda la ciudad. En los barrios hay muchas necesidades. Con 840 millones de euros de presupuesto, lo más prioritario es gastarlos mejor.

José Joaquín León