EN la asamblea del Sevilla FC lo más comentado ha sido el enfrentamiento entre José Castro y José María del Nido, en otros tiempos amigos y compañeros directivos. En los clubes de fútbol pasa como en los partidos políticos y las hermandades, que las alianzas se rompen. Sin embargo, se ha prestado menos atención a un asunto que va más allá de lo deportivo. Es una propuesta que no se ha aprobado; pero que ahí quedó, tras ser lanzada, por si le dan la vuelta a la tortilla del poder sevillista, o cambian de ideas, o lo que sea. Me refiero al planteamiento del ex presidente Del Nido para construir un nuevo estadio (más grande, más moderno y más de todo), con capacidad para 60.000 espectadores.

El planteamiento va más allá de lo deportivo. Según Del Nido, permitiría al club tener 50.000 abonados y optar a finales europeas, como estadio de gran lujo. Sin embargo, el Ayuntamiento tendría algo que decir en este asunto. Por su incidencia en Nervión, en una zona que ha quedado saturada con el Centro Comercial Nervión Plaza. Sin insistir en la historia de la antigua reconversión del Pizjuán. Tampoco se puede ocultar que serían unas obras complicadas, ya que se habló de reconstruir otro estadio nuevo en el mismo lugar. La fórmula alternativa sería añadirle un cuarto anillo a las gradas, que tampoco sería una obra sencillita.

El Atlético ha construido un estadio en las afueras de Madrid. También tiene un proyecto dificultoso el Valencia. Por el contrario, el Real Madrid y el Barcelona han evitado los traslados. Aquí, tanto el Sevilla con el Betis, han optado por obras de mejora, antes que por la mudanza. A pesar de que existe otro estadio (el tercero en discordia) en la isla de la Cartuja, donde no juega actualmente ningún equipo de fútbol. Un estadio olímpico para el que se vendió la misma idea: cinco estrellas, finales europeas, una maravilla… Hasta que se quedó como espacio multiusos. De momento, ni a Espadas ni a otros precandidatos a la Alcaldía se les ha ocurrido retomar la idea de los Juegos Olímpicos.

Con Manuel Ruiz de Lopera (toquemos madera) negoció Alejandro Rojas-Marcos la posibilidad del traslado del Betis, que no fructificó. El Sevilla nunca se quiso mudar; ni que se mudaran los otros tampoco. Por eso, la insinuación que ha recuperado Del Nido, para construir un nuevo estadio en Nervión, toca fibras muy sensibles. Es un proyecto que todavía suena a utópico.

José Joaquín León