DICEN que ha sido una reunión a tres bandas, porque estaban el Ministerio de Fomento, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Bandas de las buenas, por supuesto. La foto en la que aparecen el ministro Íñigo de la Serna, el consejero Felipe López y el alcalde Juan Espadas alcanzará un alto valor histórico y artístico. Representa la voluntad de acuerdo para que por fin se pueda construir la línea 3 del Metro de Sevilla, que de momento acumula unos añitos de retraso. Si bien es cierto que sólo existe un preacuerdo, todo el mundo espera que sea el primer paso para poner encima de la mesa los 700 millones de euros que hacen falta para empezar.

La historia de la línea 3 del Metro, que algún día enlazará Los Bermejales con Pino Montano, es un cuento de nunca acabar. En principio, se plantea el tramo entre el Prado y Pino Montano, que permitiría el enlace con la línea única existente. De ese modo el Metro, que ahora va desde el Este al Oeste y viceversa, también se prolongaría al Norte. Se quedaría el Sur para más adelante, a seguir esperando. En un planteamiento idílico y utópico, se debe completar con la línea 2, que es fundamental para centrarlo, e incluso con la 4.

Para este noble propósito se constituirá una mesa técnica. Está muy bien lo de la técnica, ya que implica una cierta seriedad funcionarial y especializada. En otros tiempos más rumbosos, cuando las obras públicas se pagaban a lo grande, y se burbujeaba a gusto de todos, en algunas mesas había mariscadas, puros y cosas caras. Fotos que mucho dieron que hablar, tan diferentes a la de ayer. Pero estamos en otros tiempos de transparencia y afán de acuerdos, siempre técnicos. Este alcalde es capaz de pactar con cualquiera, si hay un presupuesto de por medio.

Así que ahora tenemos más optimismo. ¡A esta es! Por fin, vamos a llamar a la línea 3 del Metro, a ver si la levantan a pulso. Después de tantos dimes y diretes, después de echarse las culpas unos a otros, los han pillado en un renuncio y con varias encuestas incordiando. El consenso vuelve a estar de moda. Beltrán Pérez se lo ofrece al alcalde de vez en cuando, aunque no se sabe para qué. Vamos avanzando. El ministro De la Serna estaba a favor del Metro. También el consejero López. Y el alcalde Espadas el que más: deseando. Todos lo querían, pero lo disimulaban.

Ahora que lo han levantado, ¡vámonos de frente! Y ya sabemos que no van a correr.

José Joaquín León