LA política está carnavalizada desde hace tiempo. Esto se ha vuelto a ver con el Concurso de Carnaval que había organizado la Diputación en su patio multiusos. Lo han suspendido, ante las protestas y acusaciones de ser excluyente, porque sólo podían participar agrupaciones sevillanas o con sevillanos. Por ejemplo, una chirigota de Bucarest sólo con rumanos no podía concursar en la Casa de la Provincia. Tras las críticas, se lo han cargado. El gerente de Prodetur-Turismo de la Provincia, Amador Sánchez, ha pedido disculpas públicas y lo que haga falta, pues no tenían la intención de fastidiar a nadie, ni de excluir a los forasteros, sólo de promocionar lo sevillano.

¿Y saben cuál ha sido el error? Utilizar la palabra concurso. Con una eliminatoria y una final a la semana siguiente, la del 11 de febrero, que precisamente es la de Carnaval. La palabra concurso, en este mundillo tan peculiar, significa dinero, premios, actuaciones, todo eso... El error ha sido no llamarlo Muestra Artesanal de los Carnavales de la Provincia de Sevilla. Y sin concurso. Con lo cual no hubiera ido nadie, pero bueno. Siendo una Muestra Artesanal se cuela todo en la Diputación, donde hubo una muestra de la Semana Santa de la provincia. Y coló. Quizá porque no había concurso de bandas de cornetas y tambores, que también cobran.

Entre los que más protestaron, estaban las agrupaciones de la provincia de Sevilla que concursaban en el Teatro Falla de Cádiz, por temor a llevarse cajonazos y ser excluidos. Algo que tampoco le interesa a nadie, pues en el Falla llegará un momento en que habrá más agrupaciones de Sevilla que de Cádiz, tal como va la cosa.

El asunto de la exclusión era incontrolable: nefasto para lo políticamente correcto y contrario a las chirigotas refugiadas. El alcalde de Cádiz, José María González (más conocido como Kichi por sus tiempos de comparsista), ya había criticado la exclusión. A lo que se sumaron sus colegas sevillanos de Podemos, con Julián Moreno, que dijeron lo mismo.

Como era de esperar, el concurso de Carnaval ha sido excluido de las muestras artesanales de la provincia, para que nadie diga que son excluyentes y xenófobos. Con este asunto se han desperdiciado varias páginas en los diarios (incluido este artículo) y algunos minutos en las radios y televisiones locales. Mientras tanto, Puigdemont sigue con su Carnaval, haciendo galas por Europa y sintiéndose excluido.

José Joaquín León