LA polémica que ha surgido tras el preacuerdo para construir la línea 3 del Metro es interesante. Más que nada porque pone el énfasis en la necesidad del Metro como clamor ciudadano, y porque deja sobre la mesa el peligro de Sevilla Este y sus aledaños. La Asociación de Vecinos Las Ciencias, que preside Francisco Díaz, está recogiendo firmas para que la línea 3 se construya simultáneamente a la línea 2, a fin de conectar mejor esta zona con la Macarena, donde muchos vecinos reciben la asistencia sanitaria. Y han recordado que esto afecta a más de 100.000 personas.

La protesta para que construyan las líneas 2 y 3 a la misma vez (que diría el otro) es buena y es mala. Me explico. Es buena porque demuestra que la presión ciudadana por el Metro está ahí, y es la única forma de que vaya adelante. Pero es mala porque eso supondría un aumento de la inversión pública. A este carro se ha subido el PP con Beltrán Pérez, que anuncia reuniones con los vecinos para pedir que el acuerdo incluya las líneas 2, 3 y 4.

Si está costando trabajo que presupuesten los 700 millones imprescindibles para el tramo entre el Prado y Pino Montano, necesitarían las cuentas del Gran Capitán para enlazarlo con Sevilla Este. Podría ser hasta una excusa para aplazarlo. Recordemos que en 2011 anunciaron que las líneas 2, 3 y 4 costarían más de 3.700 millones, por lo que ahora habría que poner en la mesa, probablemente, más de 4.000.

Los vecinos deben entender la realidad del Metro. Para viajar desde Sevilla Este hasta la Macarena lo primero sería que llegue a la Macarena, donde actualmente no existe ninguna estación, como se sabe. Así que el tramo del Prado a Pino Montano también les interesa a los de Sevilla Este. Por algún lado hay que empezar.

Eso no impide que estén expectantes para que no les den coba. Ciertamente, no será fácil que el Metro llegue a Sevilla Este. Es más cómodo y barato el formato lanzadera rápida. Pero si más de 100.000 vecinos presionan tendrían posibilidades de conseguirlo, porque eso no hay quien lo soporte echándose las culpas unos a otros.

Sevilla Este, por cierto, aparece en el camino del aeropuerto. Figura también en la agenda de las constructoras como el territorio de expansión, con los nuevos barrios que pueden dejar ese sector con 150.000 habitantes, o más. Ha crecido, y sigue creciendo a lo loco, por lo que con un Metro vivirían mucho mejor.

José Joaquín León