HOY decidirá la asamblea participativa de Podemos si le conceden luz verde al presupuesto municipal de Juan Espadas. A la vista de las circunstancias, el alcalde ha mirado hacia la izquierda y se ha comportado en plan Marx (pero del sector Groucho), y aunque tenía unos principios, después los ha cambiado por otros, y le ha aprobado varias decenas de enmiendas a los participativos podemitas para contar con sus votos. O, a unas malas, que se abstengan y lo dejen pactar tranquilamente con Javier Millán, el de Ciudadanos, que no pone tantas pegas para los acuerdos.

El alcalde ha mirado hacia el otro lado porque no le ha salido bien el juego de los alemanes. Pues lo que intentaba conseguir era algo parecido a lo de Alemania entre la señora Merkel y el señor Shulz. Ese acuerdo hubiera sido maravilloso. Un alcalde del PSOE estaba dispuesto a pactar el presupuesto con el PP. No lo recuerdan ni los más viejos del lugar. Aunque como Ciudadanos y Podemos cambien la ley electoral, según pretenden, el PSOE y el PP van a tener que pactar más a menudo.

El juego de los alemanes entre Espadas y Pérez ha sido pintoresco. Uno ofreció un pacto y otro lo aceptó, pero poniendo sus condiciones; y cuando las planteaba, el otro le decía que no le gustaban, pero estaba dispuesto a poner otras; ya que había que pactar sí o sí, como decía aquel, y entonces el otro contestaba que sí, pero no; porque yo también tengo mi presupuesto y me gusta más que el tuyo; porque, como comprenderás, no vamos a pactar sí o sí, sino que te ofrezco no pero quizá sí, para que no se note. ¿Lo entienden?

En esas llegó la foto del Metro, donde había gente del PSOE y del PP: el alcalde Juan, el consejero Felipe y el ministro Íñigo. Pero el portavoz Beltrán (que también se hizo una foto con el ministro Íñigo otro día) no salió en la foto buena, donde tampoco se le situaba. Y entonces surgió otro problema, y era que el Metro hay que plantearlo en todas sus líneas y construirlo entero. Y el otro le dijo que vamos a ir cachito a cachito, porque así es como se ganan los metros, que no son a cacho único, como una final de Copa.

Pues ahí estamos, con la gente expectante. El alcalde se ha sacado de la manga a los de Podemos/Participa que estaban ahí, por si acaso. ¿Y si le contestan que no? A lo mejor, hay una sorpresa. Ya verán cómo el miércoles Sevilla tendrá su presupuesto. Con unos o con otros. Es más bonito con suspense hasta el último minuto.

José Joaquín León