LA pelea por el sillón de la Alcaldía irá a más y a mejor, tras confirmarse la alternativa de Beltrán Pérez como candidato del PP. Ya escribí el lunes pasado que “será nombrado como un candidato quijotesco, a pelear contra los molinos del viento adverso”. En esa pelea podríamos decir que Espadas (jugando con su apellido) porta la espada de San Clemente, mientras que los otros van con una llave de gobierno y un tirachinas. A día de hoy, Espadas es el favorito indiscutible, incluso para sus rivales, que prometen pelea para dar la sorpresa. Pero no se cuestiona el favoritismo.

Según la información publicada en este Diario por Carlos Navarro Antolín, resultaría que Beltrán Pérez está razonablemente contento porque el PP ha manejado una encuesta en la que él sale aprobado. Esa encuesta es la que concede 11 concejales al PSOE, 9 al PP, 6 a Ciudadanos y 5 entre Podemos e IU. Pero más contento que Beltrán Pérez estará Juan Espadas, porque sería reelegido si se cumpliera esa encuesta que maneja el PP. Y, además, con posibilidades diferentes para escoger.

Con esos resultados, Juan Espadas sumaría la mayoría absoluta con Ciudadanos, por lo que podría gobernar en coalición o con su apoyo, según lo que negociara con el grupo de Javier Millán. Pero también podría repetir el pacto de izquierda con Podemos e IU, que le llevó a la Alcaldía en 2015, a pesar de tener menos ediles que el PP de Zoido. Y también, según lo que se ha visto en el último Pleno, podría negociar una Gran Coalición de 20 concejales (precisamente 20, pero entre ambos) con el PP de Beltrán Pérez, que incluso podría entrar en ese Gobierno hipotético. ¡Ojo! Ya sabemos que esas cosas sólo pasan en Alemania, pero si persiste el miedo a Ciudadanos los enemigos se pueden convertir en aliados. En resumen, se trata de que Juan Espadas gestione los amigos y los enemigos, según el caso.

Al hacerse público el nombramiento de Beltrán Pérez, el alcalde lo felicitó. “Es un compañero de Corporación de muchos años”, dijo. Ese cariño parece que va más allá de la correcta educación. En el Ayuntamiento de Sevilla hay buen rollito, lo que siempre es más agradable que los desalojos de espontáneos.

Por supuesto que Beltrán Pérez puede cambiar el curso de esa historia. Como lo podría conseguir Javier Millán. Las encuestas son un juego y nada más. Pero casi todas coinciden en lo mismo.

José Joaquín León