LA precampaña municipal funcionaba barrio a barrio, bulevar a bulevar, árbol a árbol, rata a rata, y cosas así. Se hablaba de turismofobia y apartamentos turísticos. Pero, de repente, se acabó lo que se daba. Al llegar Pedro Sánchez a la Moncloa y desahuciar a Mariano Rajoy, no se sabe lo que puede pasar en España. Nadie lo sabe, aparte de las especulaciones. Pero sí se sabe que tendrá una repercusión en Sevilla, que influirá, en algunos más que en otros. Por ejemplo, con el cambio de ministros, el Metro pasará a depender única y exclusivamente del PSOE, igual que todas esas asignaturas pendientes en los presupuestos generales que van a respetar.

Hay asuntos espinosos, como el regreso de Juan Ignacio Zoido al dejar de ser ministro del Interior. Y de algunos más que se fueron a los Madriles, como Gregorio Serrano. ¿De quién será la culpa de la próxima nevada? ¿Y se imaginan que no estuviera nombrado el candidato del PP a la Alcaldía? Beltrán Pérez fue respaldado por Rajoy en el momento más oportuno. El PP sevillano tendrá una lupa encima.

Al PSOE también le afectará que Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno. Y no sólo porque Alfonso Rodríguez Gómez de Celis puede ser ministro (según algunas quinielas, aunque en otras no aparece), sino por los compañeros de viaje. A Espadas, en Sevilla, Ciudadanos y hasta el PP le han echado cables en los momentos oportunos. Ahora le van a echar lo que ustedes se pueden imaginar. Así que quizá le tocará mirar hacia Podemos y Unidos, y se le podrían descuadrar las señoras de Los Remedios que estaban encantadas de conocerlo. Igual ya no basta con las obras de El Greco, ni con el Año Murillo, ni con la colección Bellver. Vienen malos tiempos para la lírica y las artes plásticas.

Ciudadanos a ver qué hace. Javier Millán tampoco lo tiene fácil, ni Juan Marín en Andalucía, porque si se convierten en la muleta de los que han sido votados por los indepes y los proetarras, se les podrían chafar las cuentas. A lo peor, por eso han ido en el PP al sacrificio: pensando que hoy por mí y mañana por ti. Es lo que se llama la política del ventilador, que va a estar enchufado las 24 horas del día, a toda potencia, en el verano y el otoño caliente.

¿A quién le importa ahora la reforma de la carrera oficial? Está el patio como para suprimir más de 2.000 abonos en la Campana y aumentar el número de indignados. Ya no valen las últimas encuestas.

José Joaquín León